Este adolescente tuvo algún que otro problema de consumo a finales del año pasado y principios de esto. La cuarentena sirvió para que dejara de tomarlas, pero ahora que vuelve a salir con amigos, su madre está muy asustada por si vuelve a cometer el mismo error.
Para ayudarla, nuestro compañero le marca la diferencia entre el «uso lúdico» y el «abuso» de las drogas. Si estamos ante el primer caso, puede afrontar el desconfinamiento con cierta tranquilidad. Si no es así, tememos decirla que ha desarrollado una dependencia a ellas.
Para cortar de raíz el problema, recurre a una charla preventiva y, sobre todo, «dótale de personalidad y valores» como bien señala Pedro García Aguado. De nada servirá su rechazo al consumo si no es capaz de responder a la enorme presión social de amigos y de personas incitándole a tomar.