Miguel Herrán

La experiencia paranormal que vivió Miguel Herrán y que pone los pelos de punta

Noelia Bertol

La noche del martes Miguel Herrán y Carolina Yuste acudieron a El hormiguero para presentar la nueva película en la que han trabajado junto, Hasta el cielo. En uno de los famosos juegos del programa el actor, conocido internacionalmente por sus papeles en Élite y La casa de papel, narró una escalofriante experiencia paranormal que vivió durante la cuarentena.

Herrán confesaba que había pasado los meses de cuarentena en su pueblo, donde hay «una casa muy famosa que tiene muchas historias oscuras» y que se conoce como El castaño oscuro. Según cuentan las lenguas y que es la historia que el actor ha decidido creer, un hombre se mudó a esta casa con su familia, su hija se ahogó en el estanque que hay en la parte posterior y su mujer moría poco tiempo después de un cáncer, por lo que no quiso saber nada más de la casa y se la regaló a una orden religiosa.

«Mucha gente ha entrado en esa casa y hemos entrado durante muchos años y no hemos visto nada raro«, continuaba Miguel Herrán. Hasta ese día en el que acudió con un amigo que es cámara profesional y en la parte superior de la vivienda, donde hay una biblioteca con un armario, advirtieron algo extraño.


 

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Su amigo se dio cuenta de que la luz traspasaba el fondo del armario y que había algo extraño. Empezó a trastear por él con las manos y descubrió una estancia secreta. «Se corrió el fondo del armario y había una habitación escondida con tres jaulas de metro cincuenta, del tamaño de un niño«, añadía el actor.

Estos abandonaron la estancia con muchísimo miedo pero la historia no quedó ahí.

Un regreso aún más escalofriante

 

La experiencia le quedó marcada y decidió compartirla con otro amigo que tiene en Madrid, alguien muy especial que «ha tenido experiencias muy cercanas a la muerte» tras un accidente en parapente con el que se rompió «seis vértebras, costillas, brazos y piernas, fue tetrapléjico y ha sido de las pocas personas que ha vuelto a caminar«.

A este le llamó mucho la atención la historia y quiso conocer el lugar, por lo que Miguel volvió a entrar en la casa de nuevo junto a este. Ya se percató de que algo raro pasaba cuando su amigo se puso rígido al entrar y comenzó a caminar por la casa «como si fuera su casa de toda la vida«, abriendo la nevera y ojeándolo todo alrededor.

«A la que nos vamos a ir, salgo y me dice: ‘¿Te importa irte tú un rato que me quede yo aquí?’«, continuó narrando el invitado. Este no daba crédito y, para acabar con todo cuanto antes, lo cogió del brazo y lo sacó del lugar. «En cuanto sale empieza a hiperventilar, se cae al suelo y se queda completamente rígido«, añadía.

Asustado, lo llevó hasta el coche, donde ya más alejado obtuvo respuesta por su parte. Este le decía que le sacara del lugar lo antes posible. Más adelante su amigo le explicó lo que le había sucedido. «Desde que he pisado la puerta he tenido la sensación por primera vez en mi vida de no estar solo, de estar acompañado. Había una voz que me decía que si me quedaba ahí yo iba a estar bien y no me iba a pasar nada«, contaba Miguel Herrán en palabras de su amigo.

Desde entonces asegura que no ha vuelto a pisar la casa y seguramente, tras esta experiencia, no lo vuelva a hacer. Quién sabe, quizá algún director de cine profundice en esta historia y en unos años le veamos protagonizando la cinta. ¡Todo puede pasar! 

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