La idea de romper el confinamiento de los niños trajo consigo un gran debate. Primero fue el de la edad y luego el de las condiciones. En un primer momento se planteaba la salida de los menores de 12 años acompañando a un adulto a las tareas permitidas durante el estado de alarma como hacer la compra o ir a la farmacia, pero el Gobierno tuvo que rectificar el mismo día, anunciando que sería hasta los 14 años y para paseos cerca del domicilio.
Esta medida será aplicada este domingo, permitiendo a estos menores salir de casa de 09:00 a 21:00h acompañados de un adulto. Ahora bien, hay que tener varios aspectos en cuenta, más allá de la prohibición de acudir a parques u organizar reuniones con amigos.
El fin último de esta decisión de romper el confinamiento de los más pequeños es cuidar su salud mental, por lo que, basándonos en las ideas que ha compartido la psicóloga Sabina Serrano, te damos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de salir de casa con tus hijos.
La comunicación es esencial
Antes de tomar la decisión de salir a la calle o no, háblalo con el pequeño. Tan importante es que conozca la situación y los riesgos como conocer la manera en la que ha de actuar ante cualquier situación. Comunícaselo con calma, transmítele tranquilidad y hazle saber que en todo momento estarás a su lado.
Del mismo modo, no debemos forzarle a salir. Pregúntale cada día si quiere salir. Si la respuesta es no, respeta su decisión. Si, por el contrario, la respuesta es sí, prepárale para ello.
Mantén la calma, el miedo es el mayor enemigo
Los padres tienen una misión fundamental en este primer paso que se ha dado para romper el confinamiento. No conviene que alarmemos a los pequeños ni les hagamos sentir miedo de salir a la calle o de encontrarse con otras personas, esto podría desencadenar fobias en los más pequeños.
Se supone que poder salir debe ser un desahogo para ellos (y para nosotros). Si tocan algo, no gritemos ni nos asustemos. Lo más recomendable es estar preparado para la situación, tener un gel desinfectante a mano o, en su defecto, agua con jabón.
Los menores de 3 años son muy propensos a tocarlo todo y llevarse las manos a la cara. Estos pueden contagiarse, pero lo más probable es que sean asintomáticos, por lo que hay que tener cuidado con ellos si no queremos llevar el virus a casa. No obstante, en un espacio abierto sin gente alrededor no se corre peligro, la probabilidad de contagiarse es mínima.
Respecto al factor social, debemos ser responsables y mantener las distancias. Del mismo modo, hay que tener en cuenta que los demás no son el enemigo. Así como evitamos acercarnos a los demás, no debemos tratarles como si fueran el mal andante. Hay que guardar las formas y ser educados. Todos estamos juntos en esto y, comportándonos correctamente, acabaremos antes con esta situación.
Los niños están llenos de energía, pero hay que intentar que no se desfoguen en la calle. Es mejor realizar actividades en casa que les agoten, así la hora del paseo será más tranquila y más fácil de controlar, sobre todo con los niños más enérgicos.
Esta salida es una forma de desconectar y tomar el aire, pero no una excusa para correr y brincar por la zona. Si lo hacemos bien, pronto habremos recuperado los parques y la casa volverá a ser el lugar de descanso.
