Curiosamente, este caso tiene que ver con la cuarentena y el amor entre vecinos durante los aplausos sanitarios: «Nos hemos escapado por las noches, pero estoy perdiendo el interés. Me ponía lo prohibido y que nadie nos viese».
Ahora ella no sabe si ponerle fin de golpe, con el temor de romperle el corazón; o por el contrario probar suerte y dar por hecho que acabará «haciéndole más daño«.
Marian Frías resalta el gran problema que todos tenemos: Nos cuesta mucho reconocer que no sabemos. Recurrimos siempre a lo que dice nuestra mente, creyendo que es la que tiene la respuesta correcta, cuando realmente es la intuición la que nos ayudará en estos casos.