Si bien hace pocos días comentábamos los riesgos de las nuevas tecnologías en pleno confinamiento, para esta situación conviene ser algo más flexible y utilizarlas en tu beneficio.
Organiza aperitivos, comidas y cenas con ellos a distancia. Da prioridad a las videollamadas por delante de las llamadas y disfruta de esa comunicación también visual para saber cómo se encuentra realmente.
Tú mismo podrás ver y valorar su estado de ánimo, tanto con lo que te dice como con sus gestos. Si les vemos decaídos, nada como recordar un viaje que hiciste con ellos o incluso «futurizar«, imaginando todas las cosas que harás con él o ella cuando acabe la cuarentena.