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Alejandro Fernández

Alejandro Fernández presenta a “la dueña de todas las serenatas que me quedan por dar”

Noelia Bertol

Alejandro Fernández tiene un nuevo amor. Se llama Cayetana y tiene apenas unas semanas de vida. Se trata de su primera nieta, la personita que ha convertido al artista mexicano en abuelo a los 49 años (estos día el cantante cumplía 50).

Su hija Camila se daba el ‘sí, quiero’ el pasado verano y, pocos meses después, ha traído al mundo a la pequeña. Estas últimas semanas han sido de auténtica locura para el cantante, pues se convertía en abuelo y a los pocos días daba positivo en coronavirus, razón por la que perdió la oportunidad de acudir a los Latin AMAs.

Tras superar el virus, Alejandro Fernández soplaba 50 velas presumiendo de buena forma física que nadie asociaría a un abuelo. Pero ahora este ha querido presumir de algo más importante, su nieta.


El de Caballero la ha presentado ‘en sociedad’, antes sus casi 3 millones de seguidores, con unas imágenes en las que la sostiene y la mira con ternura.

«La dueña de todas la serenatas que me queden por dar«, expresaba este en el pie de foto de la publicación. Alejandro Fernández confesó que estaba muy feliz con el nacimiento de su nieta, pero que ya está deseando que crezca, pues su intención es «malcriarla» consintiéndole todo. Para eso están los abuelos, ¿no es así?

Cayetana acaba de nacer y ya se ha convertido en la destinataria de las canciones de su abuelo. Hay una nueva mujer en su vida y esta tiene todas las papeletas de llevarse toda la atención de este.

Los mejores deseos

 

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Las publicación ha ido acompañada de las felicitaciones de numerosos rostros conocidos, como el de David Bisbal: «¡Ole y ole! ¡Qué bonita imagen! Un abrazo enorme«. También Paula Echevarría, quien recientemente acaba de ser mamá por segunda vez, dejaba su felicitación. Camila Fernández también caía rendida a las imágenes de su hija y su padre. 

Desde Cadena Dial mandamos nuestros mejores deseos a toda la familia y seguro que coincides con nosotros en esta apreciación: nunca vimos un abuelo tan sexy como Alejandro Fernández. 

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