Isabel. No he fracasado en el amor, simplemente he aprendido y sigo creyendo en él
El amor no es un destino en sí mismo, sino un camino lleno de experiencias y de emociones. Es una montaña rusa llena de altibajos y siempre debemos quedarnos con sus vivencias y aprendizajes. Por eso, cuando termina una relación es incorrecto hablar de fracaso. Todas las etapas de nuestra vida nos convierten en quienes somos y siempre hay cosas buenas con las que quedarse.
A sus 50 años, Isabel sabe de sobra que una relación, por muy prometedora que parezca, puede desmoronarse. Tras un matrimonio de 18 años, encontró una nueva pareja, pero 3 años después descubrió que había intervenido su teléfono móvil y conocía todos sus movimientos. Terminó con esta relación de inmediato, pero con el tiempo ha conseguido perdonarle y seguir adelante. Años después conoció a dos nuevas parejas con las que, nuevamente, cortó sus respectivas relaciones. Pese a todo, Isabel mantiene una actitud positiva ante el amor y no es partidaria de estar sola.
