«La lluvia es como tus lágrimas, que no se dejan consolar», expresaba el humorista con un indudable acento y en un merecido homenaje a estas gotas que caen del cielo. Porque sí, ahora estamos que ya no sabemos ni cuánto abrigarnos, pero nadie duda de cuánto «limpian» nuestra mente.
La poesía con este estilo vanguardista no es fácil de entender, aunque sí haces un esfuerzo logras comprender todo lo que dice Isidro: «¡Qué cosa la lluvia! Quizá sea llanto tuyo, quizá sea llanto mío», continuaba en estos versos que guardan una triste historia de amor.
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