Como director del banco, nuestro compañero no se va a andar con rodeos y le va a explicar toda la situación a una atrevida. La mujer no solo tenía prisa, sino que además iba a crecer su enfado conforme veía que Isidro no le hacía ni caso a lo que ella le decía.
Ya sabemos que, en estas circunstancias, el humorista no es tanto de escuchar y sí de soltarte una bronca: «Lo que no puedo es comprometer al banco, ¿para qué andáis pidiendo un préstamo que no tenéis para pagar?», se quejaba Isidro Montalvo antes de ver cómo la mujer le colgaba en varias ocasiones.
MÁS SOBRE: