Jorge Sanz sobre Almodovar, «A la semana ya me había puesto de patitas en la calle»

El actor fue uno de los invitados del programa de Chicote

Ana Más

Caminos de pintores, así se llama la ruta que hacía Alberto Chicote, esta vez junto a Jorge Sanz, el invitado junto a Eva González de Fuera del mapa, el programa de La Sexta que presenta el chef.

Un emotivo paseo en el que el actor dejó ver su lado más personal, habló de sus inicios en el cine con tan sólo ocho años, se emocionó, lloró y habló de su faceta profesional y de grandes momentos de la misma cómo cuando en 1989 recibió un Goya por su papel en Si te dicen que caí de Vicente Aranda.

Habló de los directores con los que ha trabajado, pero en el momento en el que habló de David Trueba no pudo evitar emocionarse al recordar que había trabajado con él durante treinta años y que llegaron a ganar el Oscar a la Mejor película extranjera por Belle Èpoque en 1994, así lo explicaba él mismo: «Fui a Los Ángeles a rascar roña en las duchas en un hostal y acabé recogiendo un Oscar. Es acojonante».


Jorge Sanz reconoce que prefiere trabajar con Trueba que con Almodóvar

Pero Sanz tiene una opinión muy diferente de Pedro Almodóvar del que recordó cómo le había echado una semana después de empezar el del rodaje de Carne trémula, de 1997, aunque también reconoció que el motivo fue su arrogancia, su sustituto fue Liberto Rabal: «A la semana ya me había puesto de patitas en la calle, pero me pagó la película entera y con eso pagué la casa de mis padres. Me despidió por gilipollas, porque yo era un gallito arrogante».

Y es que el personaje que interpretaba en Carne trémula tenía que pedir un café en una escena, algo que, Almodóvar le pidió hasta cuarenta veces que hiciera sin conseguir sacar lo que él quería de Sanz que recordaba, «Me decía: ‘Así no se pide un café… mal, mal, mal’. Y después de 40 veces mal, llega un momento en el que que no puedes más».

Reconoció que el director «rompe a los actores», que son «muy frágiles» y que  quienes seguían colaborando con él era  porque tenían poco carácter, excepto Antonio Banderas.

También reconoció que frases de Almodovar cómo, «Hoy Jorge no sabe pedir un café, cortamos rodaje. Mañana volveremos a ver si sabe pedir un café», le habían hecho sentirse humillado  y que no le gustaba su forma de trabajar.