No te des una paliza, veinte minutos al día bastan para tener tu casa limpia

Ana Más

Tener la casa limpia te proporciona bienestar. Si te organizas bien, con veinte minutos de limpieza al día conseguirás tener tu casa más que limpia y no darte una paliza el fin de semana. Sólo es cuestión de organizarte.

Lo primero salón y baño

Puedes reservarte el lunes para dar un repaso al salón y al baño. Para ello recoge y coloca todo lo que esté fuera de su sitio. Después barre el suelo del baño, limpia el lavabo y la encimera con una bayeta húmeda, desinfecta el inodoro y friega el suelo. Y  por hoy basta.

Productos de limpieza para el baño

 


El martes, limpieza de cristales

Esto incluye todas las superficies de cristal de la casa, mamparas, el cristal sobre de la mesa, los cristales de las puertas, los espejos y también ventanas. Si no están muy sucios bastará con que les pases un paño de algodón o una bayeta de microfibra y los seques bien.

Vamos con la cocina

No olvides recoger a  diario el fregadero y limpia la vitro, pero un día a la semana limpia el microondas, para ello calienta un cuenco con agua y limón y cuando se haga vapor retíralo con un paño.

Además Limpia el cubo de la basura con lejia y agua y sécalo bien.

Otro día para el baño a fondo

 

Una bayeta húmeda y un limpiador de baño te servirán para limpiar la bañera o la ducha y el bidé. Continúa con los grifos, estantes, encimera y lavabo.Desinfecta el inodoro y cambia toallas y alfombrilla y por último friega el suelo.

Dormitorio y repaso general

Una mujer limpia el dormitorio

Recoge el dormitorio y cambia las sábanas, quita el polvo de muebles y lámparas, pasa el aspirador y pon a lavar las sábanas.

Dedica otro día al repaso general de la limpieza, puedes usar un paño y un producto multiusos para limpiar interruptores y picaportes. Ahueca los cojines, aspira la alfombra y cambia las sábanas.

Un día para la cocina un poco más a fondo

Ve limpiando según vayas terminando de cocinar y cuando termines, pulveriza un antigrasas en la campana. Limpia las marcas de las manos de la nevera, repasa la vitro y la encimera, echa agua y jabón en el fregadero y sécalos y para terminar barre y friega el suelo.

 

 

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