Una de las partes más importantes de una relación es la capacidad de adaptarnos a nuestra pareja y comprender su situación. La convivencia trae consigo muchas dificultades incluso cuando está asentada en el tiempo. A veces es difícil compaginar dos ritmos de vida completamente opuestos y pueden surgir tensiones al respecto.
Raúl se divorció hace cuatro años y tiene dos hijos pequeños con su exmujer. Hace dos años y medio comenzó una nueva relación, pero no tiene demasiadas expectativas puestas en ella. A sus 49 años, el trabajo y sus hijos consumen la mayoría de su tiempo y le generan mucho estrés. Siente que su pareja no lo entiende, así que le ha pedido un tiempo para reorganizar su vida y sus pensamientos. Ella ha actuado a la defensiva y se ha imaginado lo peor desde que le explicó esta decisión. Raúl cree que su pareja sufre dependencia emocional y ve muy complicado recuperar una relación sana.