Efectivamente, la tensión familiar debió ser tremenda cuando uno de los gemelos le pidió al otro que fuera padrino de su boda. El hermano rechazó tajante porque se casaba con la que había sido su novia. Una situación bastante curiosa.
Y así, y poco a poco, la distancia fue rompiendo la pareja. Y el mismo tiempo ayudó a que la mujer se fijara en su hermano gemelo, idéntico-identico, hasta que con los años comenzaron una relación sería que terminó en pedida de mano y boda.
La feliz pareja, en plena organización, consultó al gemelo despechado si sería el padrino de su boda. La negativa fue tajante, por lo que intuimos que el tercero, no estaba muy de acuerdo con el cambio de pareja…
Como era de imaginar, al principio los hermanos se enfadaron, llegando a acordar no coincidir nunca los tres. Algo que podría haber funcionado hasta que llegó el momento del enlace y la pareja le pidió al tercero en discordia que fuera el padrino.