Tener una mascota en casa es mucha responsabilidad, pero también te llena de alegría y buenos momentos. En España la mayoría de las personas que tienen mascota en casa escogen al perro como animal de compañía. Se entiende que es el animal que más compañía puede aportar en casa, y es que siempre se ha dicho que esas cuatro patas que te persiguen cuando entras a casa son de las cosas más felices del día a día.
Dejando atrás los consejos, y los malos hábitos, los perros también nos dejan momentos graciosos en los que se comportan de forma sorprendente. Si tienes a este animal como mascota seguro que te resultan familiar alguna de las cosas que vamos a contar, si no, lo mismo te anima a adoptar un cachorro.
¿Alguna vez te has parado a pensar que les pasa por la cabeza? Sería divertido poder conocer lo que están pensando mientras los vemos en casa jugando con ellos mismos. Pero como eso no es posible, vamos a contarte algunas cosas graciosas que nos han llamado la atención.
Puede que no lo sepas, pero tu perro quiere que le huelas el culo. Es su manera de conocer y sacar información de quien tienen en frente. De hecho, cuando se cruzan con un perro por la calle suelen correr a olerse los traseros, esto le permiten obtener información sobre el otro animal para definir como deben comportarse enfrente de él. También puede ser una seña de amistad. En el caso de que estés con tu mascota y te ponga su trasero en la cara… ya sabes lo que quiere, es un gran símbolo de amistad para ellos.
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Algunas veces también has podido ver que ladran al espejo cuando se ven reflejados. Su cerebro en estos momentos no entiende lo que está pasando y ladran pensando que es otro perro e incluso se inclinan para tocarlo. Pasado un rato se dan cuenta de que no tiene ninguna acción y lo ignoran.
Si te das cuenta, algo pasa cuando le rascas la barriga a tu perro. Se llama reflejo de rascado y consiste en que, de manera instantánea e inconsciente, tu mascota comienza a mover las patas. Esto se debe al cosquilleo que siente debido a unas terminaciones nerviosas. Esto te da una pista a que es mejor mover las caricias a otra zona donde no le provoque este movimiento que indica que le irrita.
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