El truco viral para hacer una tortilla francesa sin sartén ni aceite

Sólo necesitas una bolsa de plástico de las de congelar

Ana Más

Seguro que la tortilla francesa te saca de más de un apuro cuando no tienes nada en la nevera, se trata de uno de los platos más sencillos y ricos y además en un par de minutos puede estar lista, aunque puede resultarnos un poco grasiento y manchar bastante si no tenemos cuidado al darle la vuelta. Algo que no te pasará con este truco.

Aunque uses el clásico truco del plato para darle la vuelta, es probable que parte del huevo líquido se escurra y acabe sobre la vitrocerámica y los que no son capaces de hacerlo así lo más fácil es que terminen haciendo un huevo revuelto en lugar de una tortilla.

Te contamos cómo hacer una tortilla francesa sin sartén, sin aceite, y sin manchar. Sólo necesitarás algo imprescindible, una bolsa de plástico de conservar alimentos.


Cómo preparar tu tortilla francesa

Es tan sencillo cómo meter dentro de la bolsa de plástico un par de huevos,  cerrarla, y mezclarlos con la mano para batirlos. Después añade el relleno que quieras ponerle a tu tortilla, si es que quieres añadirle algo (queso, pavo, bonito…), mezcla bien de nuevo y métela en agua hirviendo doce o trece minutos y tendrás tu tortilla lista.

Y hablando de tortillas «diferentes», ¿Te imaginas una tortilla de patata sin huevo?, pues existe.

En este caso el alimento que sustituye al huevo es la harina de garbanzos, un alimento el garbanzo, que además es una importante fuente de fibra, proteínas, minerales y vitaminas del grupo B. Su harina mezclada con agua hará las veces de huevo en esta receta.

Te contamos qué ingredientes tienes que tener a mano,

  • aceite
  • patatas
  • harina de garbanzos
  • cebolla, aunque esta es opcional. Según tus gusto

El proceso de elaboración es similar al de la tortilla de patata normal, lo primero es cortar las patatas en láminas y freír a fuego medio para que no se te quemen. Cuando estén fritas retíralas del fuego y escurre bien el aceite para que no quede muy grasienta.

A continuación pon en un bol una taza y media de harina de garbanzo, la misma medida de agua y un poco de sal. Bate bien hasta lograr una pasta homogénea. Ten especial cuidado en que no queden grumos. Añade a esta mezcla la patata y remueve bien, después cuájala en la sartén.

Seguramente el resultado te sorprenda ya que es muy parecido a la receta original.

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