Echa imaginación: maneras distintas de cocinar los huevos

Además de frito o en tortilla hay otras alternatívas

Ana Más

Cada segundo viernes de octubre se celebra el Día Mundial del Huevo y además este año se celebra el 25 aniversario de este día que fue fijado en Viena en 1996. Si tomas habitualmente huevos en tu dieta y estás harta de comerlos siempre  igual, te hacemos algunas propuestas diferentes.

El huevo es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, sobre todo por lo versátil y nutritivo que es. En el caso de la cocina española es un ingrediente esencial en muchos de nuestros platos cómo la tortilla de patata y además sirve para revueltos, ensaladas y otros guisos y a cualquier hora del día, tanto en el desayuno cómo en la comida o en la cena.

Pero es posible que estés un poco cansada de comerlo siempre igual o incluso de tomar siempre el mismo tipo de huevo (de gallina normalmente), los hay también de codorniz y de oca, por ejemplo. Y es que los huevos tienen muchas más posibilidades a la hora sobre todo de cocinarlos, te contamos algunas de ellas.


Recetas diferentes para comer huevo

 

El huevo poché o escalfado es una de ellas, debes cocinarlo sin cáscara y en tres minutos lo tendrás listo. Es una buena alternativa y sobre todo saludable al huevo frito, pero algo más difícil de preparar.

Tal y cómo recoge la web Directo al paladar, «La técnica del escalfado consiste en cocer un producto dentro de un líquido caliente, generalmente agua, que no supere los 80ºC, es decir, que no llegue a hervir pero que esté muy cerca de hacerlo (la temperatura de ebullición del agua es de 100ºC). «.

En el caso de los huevos, «Ponemos el agua a hervir y cuando alcance el punto de ebullición, retiramos la cacerola del fuego. Rompemos un huevo en un cuenco o taza y lo introducimos en el agua caliente, permitiendo que ésta entre en el recipiente lentamente. Entonces deslizamos el huevo dentro del agua y retiramos el cuenco o taza. Tapamos la cacerola y dejamos que el huevo se cueza o escalfe durante 3 minutos. Transcurrido este tiempo la clara ya habrá cuajado y la yema estará líquida. Retiramos el huevo escalfado con ayuda de una espumadera y lo refrescamos inmediatamente para cortar la cocción.»

Otra manera de hacerlos es revueltos, para ello debes romperlos encima de los ingredientes (gulas, salmón, espárragos…), con los que los vayas a hacer, no batir todo junto. Sin embargo si debes batirlos en el caso de la tortilla francesa, a la que además puedes añadir todo lo que se te ocurra, jamón, queso, bonito…también se baten si preparas crepes.

Si dejas un huevo cociendo  entre cinco y siete minutos, tendrás un huevo mollet, con la clara cuajada y la yema líquida al abrirlo. Otra saludable opción y una versión poco conocida son los huevos al horno o lo que es lo mismo al plato, se preparan de forma individual, sobre una cazuela de paredes bajas, de cerámica o barro y la forma de hacerlos es cuajarlos al horno, o sobre una fuente de calor.

 

 

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