Los motivos por los que debes ser especialmente ordenado en tu espacio de trabajo

Los expertos aseguran que se produce más y mejor

Ana Más

Si se te hace un mundo tener tu casa ordenada, seguro que pararte un momento y pensar cuantas cosas tienes tienes repetidas, en mal estado o no utilizas, te servirá y mucho. Pero no basta con localizarlas, lo importante es deshacerte de ellas lo antes posible ya que cuantas menos cosas tengamos más fácil nos será ordenar. Esto lo podemos aplicar a todas las habitaciones de la casa, pero en tu espacio de trabajo con más urgencia si cabe.

Sobre todo ahora desde la llegada del teletrabajo,  ya que es indudable que en un lugar ordenado se trabaja mucho mejor. Te proponemos algunas cosas de las que debes deshacerte ya en tu despacho o lugar desde el que trabajas en casa, lo vas a notar.

Además de cara al nuevo curso es importante preparar la casa con una limpieza para que nos sea más fácil adquirir los nuevos hábitos y el estilo de vida que deseamos. Sin duda  a la hora de «hacer limpieza» en casa lo que más nos cuesta es deshacernos de algunas cosas aunque ya no las necesitemos.


En un espacio de trabajo organizado se trabaja mejor

Empieza por revisar lo que tienes encima de la mesa y no usas, después será el turno del los cajones. Seguramente tengas libretas que no miras y en las que no escribes desde hace tiempo, puedes empezar por ahí, revisa tus notas y quédate con las que tenga más páginas libres, el resto puedes tirarlas.

Deshazte además de tarjetas de visita que ya no te sirven y despeja tu mesa de tazas y vasos que haya ido acumulando. Más cosas que seguro tienes en tu escritorio y que no valen para nada ya son :calculadoras estropeadas, bandejas repletas de papeles que ya no te sirven e incluso un flexo que no funciona, fuera con todo ello.

Otro clásico que tendemos a acumular son los auriculares que ya no usamos e incluso las almohadillas de los mismos, calendarios de años pasados y folios amontonados, además por supuesto de un montón de bolis que probablemente ya ni escriban, dedica un ratito a revisar todo esto y ya sabes, lo que no te sirva tíralo.

Lo mismo ocurre con los rotuladores que ya están secos, las agendas de otros años que jamás miras y guardas románticamente o esas grapadoras y máquinas de hacer agujeros que no van hace tiempo.

Otro clásico son las facturas que acumulas desde hace años  y las USB que en su día te dieron de propaganda y nunca has utilizado. Revísalas también y deshazte de las que no te sirven. Ahora ya puedes trabajar cómodamente, verás como lo notas.

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