Bolsas de cultivo: las macetas de moda

Son de tela, tienen asas y resultan geniales para casi todas las especies

Ana Más

Con la llegada de la primavera parece que nuestro lado «jardinero» se despierta y quizás muchos de nosotros comenzamos a visitar viveros  para llenar nuestros balcones y terrazas de flores. Pero tenemos que buscar un lugar en el que poner nuestras plantas y flores.

Y a la hora de hablar de recipientes para las plantas hablamos de bolsas de cultivo. Se trata de maceteros cuya apariencia es la de un saco con asas, los hay de diferentes tejidos y cada vez se ven más en terrazas y jardines por dos razones: son ligeras y tienen asas, lo que nos permite moverlas mucho mejor que una maceta rígida y otra ventaja más, cuando no las utilizamos podemos doblarlas y guardarlas en un armario sin que ocupen apenas espacio.

Y además las podemos reutilizar de año en año. No son demasiado caras, las podemos encontrar desde un euro dependiendo del tamaño y del tipo de material. Las hay de fieltro, de tela de textura similar a los sacos e incluso de rafia.


Bolsas de cultivo, las macetas de moda

También podemos hacerlas nosotros mismos con materiales que seguramente tenemos en casa. Por ejemplo, con la conocida bolsa azul de Ikea. Podemos usarlas para plantar una gran variedad de especies, desde potos a plantas de interior que podemos dejar en una zona sombreada de la terraza. También sirven para plantar flores como caléndulas e incluso patatas, lechugas o árboles frutales que crecen de maravilla en este tipo de bolsa, como es el caso de los limoneros.

Sin embargo, al tratarse de un tejido poroso, las bolsas de cultivo suelen perder agua antes que otro tipo de macetero, por eso es importante que reguemos con más frecuencia y que las cubramos con algún material que las proteja y retenga el agua.

Y es que la jardinería es muy beneficiosa para nuestra salud ya que fomenta los hábitos saludables, la curiosidad, el aprendizaje y el ejercicio físico, y lo es incluso para los niños, ya que con ella tomarán contacto con la naturaleza y sentirán la satisfacción de haber conseguido un éxito cuando la planta crezca. En el caso de los adultos, además, puedes reducir tu estrés cuidando tus plantas.

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