El estrabismo no es sólo un problema estético: tratado a tiempo puede corregirse

Es esencial para evitar problemas colaterales como la visión doble

Ana Más

Abrir y cerrar los ojos parece algo sencillo sin embargo el funcionamiento de los músculos de nuestros ojos es un mecanismo digno de una sofisticada maquinaria, tal y como explica eldiario.es  «una serie de músculos se unen a cada ojo para controlar sus movimientos, con la ayuda del cerebro, donde está el principal centro de coordinación. Estos músculos reciben señales del cerebro. En condiciones normales, los ojos trabajan en equipo y “apuntan” al mismo lugar, se mueven de manera coordinada de manera que el objeto que se mira está centrado en cada ojo. Pero cuando hay problemas para controlar el movimiento ocular, este equilibrio desaparece. Hablamos entonces de estrabismo…»

Aunque lo solemos asociar a los niños, el estrabismo también puede aparecer en la edad adulta, en ambos casos es esencial tratarlo a tiempo para evitar problemas colaterales como la visión doble, además de una disminución de la percepción de profundidad y de la visión en tres dimensiones cómo apuntan desde la web de Clínica Baviera. En el caso de los niños lo más frecuente es que aparezca el llamado «ojo vago».

Desde la misma clínica explican las dos consecuencias del estrabismo, por una parte visual en cuyo caso debe tratarse antes de los ocho años que es cuando termina el desarrollo de la visión en los niños y por otra estética que puede corregirse en cualquier momento mediante cirugía o el uso de inyecciones de toxina botulímica.


Estrabismo en niños y adultos

 

Desde el diario.es  explican que «según la Sociedad Española de Oftalmología, la mayoría de los estrabismos aparecen en los tres primeros años de vida, aunque algunos lo hacen más tarde, incluso en la edad adulta. Las causas son variadas y en ellas intervienen factores hereditarios —las personas con padres o hermanos que tienen estrabismo tienen más probabilidad de desarrollarlo— u oftalmológicos —cataratas congénitas, defectos de refracción, etc.»

En los casos menos graves puede corregirse con gafas o con terapia visual pero en los casos más graves, «puede ser necesaria la cirugía para alinear los dos ojos, aunque no en todos los casos se consigue que ambos ojos funcionen de forma coordinada aunque estén rectos.»

El Doctor Francisco Javier González García, especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y autor del blog En un abrir y cerrar de ojos, explica en el mismo medio una  forma de ver si un niño en edad preescolar tiene estrabismo, «es comprobando los reflejos que hace una luz sobre las pupilas, por ejemplo, el flash de una cámara de fotos. Si en una foto con el niño mirando de frente vemos que ambos reflejos caen más o menos en el mismo punto de la pupila, los ojos probablemente estén rectos, mientras que, si en uno está en la pupila y el otro aparece desviado hacia el iris o la esclera (la parte blanca del ojo), debemos sospechar estrabismo.»

Desde el Institut Catalá de Retina apuntan además que «El estrabismo del adulto puede surgir de repente como consecuencia de otras enfermedades del paciente, como la diabetes mellitus o tipo II, la enfermedad de Graves o por traumatismos cefálicos, entre otros. Ocasionalmente, también puede surgir como consecuencia de cirugías oculares o de los músculos que rodean el ojo.»

De cualquier forma lo más importante es detectarlo y corregirlo lo antes posible para evitar problemas de visión más graves.

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