Carlos Rivera

Carlos Rivera: frases con las que el artista nos ha fulminado

El mexicano tiene algunas de las letras más románticas

Noelia Bertol

Sabemos que es fácil caer rendidos a los encantos de Carlos Rivera, y más cuando escuchas sus canciones. Los temas del artista son canciones que tratan temas universales como el amor, la amistad o los problemas sociales. Por eso es fácil hacer de su música la banda sonora de nuestras vidas.

Si ya en sí es un encanto, con algunos fragmentos de sus temas nos ha terminado de ganar por completo. Estos son algunas de las frases con las que el mexicano consiguió fulminarnos. ¿Tienes alguna de ellas grabada a fuego?


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A lo largo de su trayectoria nos ha dejado declaraciones de amor fulminantes, tanto es así que han servido para ambientar nuestra historia de amor o incluso sanar la herida que nos dejó una relación fracasada. Sea como sea, Carlos Rivera le pone voz a nuestros sentimientos y lo hace así:

– Solo tú y yo aceptamos el viaje desde que nos conocimos. Que venga el mundo a juzgar al que ama a quién necesitaba y que no tiene remedio de ser lo que no se esperaba.

– Por eso si el recuerdo queda, que quede la memoria llena. La quiero saturar por contemplar tus ojos y una luna llena.

– Yo, que tanto te he intentado proteger. El héroe de tus sueños quiero ser. Y no sé si estoy bien pero sé que te amo y solo quiero devolver un poco de lo que me has dado.

– Te pedí con mi fuerza al universo. Te escribí en un par de versos que mandé volando al cielo.

– Perdón, no sé si me alcance la vida para siempre ser el calor que calme tus manos frías. Y siempre cuidar tu sonrisa.

– Cuantas veces disfrazamos la rutina del amor y olvidamos que mataba poco a poco el corazón.

– Cuando yo regrese por ti, renunciaré a todo lo que yo fui. Voy a quedarme junto a ti hasta el fin. Voy a amarte

– Ya no llores más por favor. Cúbrete del frío y deja al tiempo tu dolor, ya verás mañana habrá un sol que traiga un poco de calor.

– Hubiera preferido perder en batalla a mi alma que perderte a ti. Te hubiera regalado mi ración de aire y, aunque es tarde, respirar por ti.

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