gato

La solución para que tu gato no se estrese al recibir visitas

La socialización temprana ayudará en este proceso

Ana Pérez

Un gato experimenta emociones de la misma manera que un humano, como el estrés. A pesar de que puede considerarse como un mecanismo de defensa también puede traer malas consecuencias para el organismo, sobre todo cuando se presenta de forma recurrente.

Esta sensación la suelen experimentar cuando están con mucha gente y es importante entender sus comportamientos y conocer sus necesidades en cada momento. Por ello, deberíamos ayudarles a que se adapten al mundo humano.

Ayuda a tu gato a relacionarse con otras personas

«Una correcta socialización le ayudará a ser un gatito feliz y equilibrado y evitará un montón de problemas de conducta», explica Laia Salvador, adiestradora y experta en conducta felina.


Una mascota con poca socialización tendrá más dificultades para gestionar la situación de recibir visitas en casa, y le generará estrés.

También puedes leer:

Trucos para mejorar el vínculo con tu gato

Cómo lograr que tu gato pierda el peso que le sobra

¿Tu perro te quita la ropa? No te preocupes, es un acto de amor incondicional

Tener un perro protege de la aparición de discapacidades en ancianos

¿Un perro sueña con su dueño? La ciencia responde

Para poner remedio a este hecho, es importante hacerle socializar desde pequeño. «No debemos esperar a que necesitemos esas situaciones, sino que hay que presentárselas de antemano de forma controlada, cuando sean cachorros», afirma la experta.

Deberíamos hacerlo de «manera progresiva y gestionable para el gato. De esta forma evitaremos que pase sobresaltos y malos ratos. Debemos construir una buena relación con nuestro gatito y proporcionarle experiencias positivas», explica.

Los premios son un buen aliado para las situaciones cotidianas con tu mascota, y «Si creamos asociaciones positivas con premios muy apetitosos, mucho mejor», comenta Salvador.

En este proceso hay que «supervisar que el gatito esté gestionando bien los diferentes estímulos y su intensidad. De hecho, una sobreestimulación también puede ser perjudicial. Nuestra prioridad debe ser su bienestar».

MÁS SOBRE: