Desde que naces y cuando vas creciendo en algún lugar, el que sea, terminas sintiendo ese sitio como parte de ti. Y más aún si se trata de un país distinto al que vives ahora.
Marga está casada con un chico ucraniano desde hace cuatro años. Ahora con todo el conflicto entre Ucrania y Rusia busca volver a defender sus valores y a los suyos. La única solución que él le plantea a nuestra protagonista es irse justo a su país. Él asegura que cuando él se vino a España, lo hizo con su familia, y busca que ella haga lo mismo. Marga no quiere entrar en ese conflicto porque no es su guerra, pero tampoco quiere separarse de él. Ella ahora busca una solución, pero no encuentra nada que pueda hacerla feliz del todo.