Pero… ¿Sabrías cuál es la auténtica razón por la que los españoles solo tenemos dos apellidos, mientras que en el resto de países vecinos solo presentan uno? Para descubrir el motivo de esta pequeña curiosidad necesitamos hacer un viaje a través de la historia.
Origen de por qué en España tenemos dos apellidos
Al parecer, el sistema de tener doble apellido en nuestro país comenzó en el siglo XVI entre las clases altas de Castilla, pero no sería hasta varios siglos después cuando se afianzó. Así lo explica Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Genealogía Hispana (Hispagen) a La Sexta.
Además, aclara que realmente se recurría a esta técnica de poner dos apellidos para poder diferenciar a todos los ciudadanos. “La Administración se percata de que es mucho más sencillo controlarnos con el sistema del doble apellido”, detalla.
Este germen poco a poco comenzó a expandirse, aunque realmente no estaba regularizado. No fue hasta 1889 cuando se elaboró el primer registro del Código Civil en España cuando se recogió su uso oficial.
Además, ese reglamento amparaba que los hijos pudiesen tener derecho a tener los apellidos del padre y la madre. De esta forma, lo que al principio fue una herramienta administrativa que permitía identificar a los ciudadanos acabó convirtiéndose en algo indispensable.
Sin embargo, la normativa recogía también el orden de los apellidos, donde el primero tenía que ser siempre el paterno y el segundo el materno. Algo que actualmente ha cambiado significativamente, ya que en España puedes elegir cómo establecer ese orden.
De rutinario a norma
La costumbre del doble apellido también se fue extendiendo poco a poco por América Latina. Por eso, no es de extrañar que la población de estas regiones también tenga dos apellidos. En cambio, fuera ya del área hispana, los países de alrededor no tienen esta costumbre, ya que normalmente suelen tener un único apellido y, por lo general coincide con que siempre prevalece el paterno.
Países como Alemania, Turquía y Reino Unido son un claroe ejemplo de ello, ya que al contraer matrimonio solo permiten adoptar el apellido paterno para ambos.
Lo mismo ocurre con Japón, China y Estados Unidos, donde las mujeres pierden su apellido al contraer matrimonio con su pareja y adoptan el de esta. Aunque a diferencia de otros países europeos pueden escoger ponerse ese apellido como segundo nombre.
No obstante, en otros países no es todo tan estricto. Italia, otro de los territorios con los que más semejanzas guardamos culturalmente hablando, tradicionalmente solo permitía el apellido del padre, pero desde 2016 admite poner los dos.
Por su parte, Portugal permite utilizar los dos, pero suelen inscribirse de forma inversa, primero el de la madre y luego el del padre. Algo similar sucede en Francia y Suecia, que también permiten inscribir ambos.
