Terrazas cronometradas, un límite de tiempo para tomar algo

Barcelona y Bilbao han sido las primeras ciudades en empezar a aplicar la norma

Ana Más

Si algo tenemos en España son bares y terrazas, que además suelen estar muy concurridas en verano y más con esta ola de calor. Sin embargo una novedad para los que suelen frecuentarlas que seguro les va a pillar por sorpresa es que a partir de ahora se les limitará el tiempo que pueden estar en ellas. Algo que ya es una realidad.

Tras reactivarse la economía después de la época fuerte de pandemia, la hostelería fue de los primeros sectores en abrir y volver a recibir a sus clientes con relativa normalidad, pero lo hizo implantando ciertas medidas para sacar el mayor provecho a sus negocios. Pues bien, a esta serie de medidas se une ahora esta: las terrazas cronometradas.

Algo que ya se ha empezado a aplicar en Barcelona, que ya ha comenzado a contar el tiempo que el cliente está en la terraza, un tiempo que será mayor o menor según el consumo que este haga. Además se tendrá en cuenta también el número de comensales que tendrá un mínimo pudiendo incluso si vas solo que se te niegue la opción de consumir.


Terrazas cronometradas, un límite de tiempo para tomar algo

La reflexión de Isidro Montalvo sobre las normas en cada nueva fase

Según informa el periódico de Barcelona, El Periódico, el tiempo estipulado para beber un refresco o caña son treinta minutos, un tiempo que si vas a comer se extiende a una hora. Además de tener que ir al menos acompañado, al menos por una persona.

Bilbao es la otra ciudad que ya está empezando a poner en marcha esta medida y en algunos locales se exhiben carteles como este de un bar de Bilbao con tan solo tres mesas en su terraza, dónde han puesto el siguiente cartel:  por un café tienes derecho a estar sentado 15 minutos mientras una cerveza te permite estar 25, una copa 35 minutos y un bocadillo 40 minutos.

«Que vayan consumiendo más, o que dejen paso a otros clientes», dice la propietaria y añade que algún cliente se enfada porque no les llega el tiempo para consumir lo que han pedido, aunque para otros es más que suficiente.