Este es el truco de las torrijas de Arguiñano: no llevan rebozado

Se trata de una versión con menos calorías de este rico postre

Ana Más

A pocos días de comenzar la Semana Santa hay algo que no puede faltar en tu mesa, las torrijas, el tradicional postre que cada año por estas fechas llega a los hogares españoles.

Se trata de un postre delicioso, pero eso sí, precisamente ligero no es. Pan, huevo, miel, azúcar, canela y encima frito… Una torrija de 250 gramos aporta 500 calorías a tu dieta. Pan, leche, azúcar, huevos y aceite son la base de las torrijas, además del pan. Se trata de ingredientes muy calóricos por su alto contenido en hidratos de carbono y a esto hay que sumarle las proteínas y grasas de la leche y el huevo, los azúcares del azúcar y la grasa del aceite de la fritura.

Por eso esta receta de Arguiñano seguro que te gusta porque elimina una de las cosas que más engordan, el rebozado. Además de utilizar rebanadas gruesas de pan de molde, sus torrijas no necesitan rebozado porque se caramelizan con un soplete. La clave para que queden tierna está en bañarlas bien en leche.


El secreto de las torrijas de Arguiñano: no llevan rebozado

El pan que usemos en las torrijas es esencial, de hecho el año pasado la OCU elaboró incluso un listado con los mejores panes para hacer torrijas. En el caso de la receta de Arguiñano, compra un buen pan de molde de panadería, artesanal y de rebanada gruesa.

Además si no tienes soplete hazte con uno para caramelizarlas y evitar así el rebozado y si no siempre hay otra opción. Espolvoreálas con azúcar y ponlas en una sartén antiadherente bien caliente un par de minutos hasta que el azúcar se caramelice.

Y por último para que queden muy sabrosas infusiona la leche con canela, naranja y limón. Te contamos los ingredientes para cuatro personas:

  • 2 rebanadas gruesas de pan de molde
  • 500 mililitros de leche
  • 2 cucharadas de leche condensada
  • 1 ramita de canela
  • 1 naranja (piel)
  • 1 limón (piel)
  • 4 cucharadas de azúcar
  • 4 bolas de helado

Primero hierve la leche  y la leche condensada y mézclalas con una cuchara de madera. Añade la canela, 3 trozos de piel de naranja y 3 de piel de limón. Cuece a fuego medio durante 8 minutos. Vierte la leche en un cuenco.

Corta en dos las rebanadas de pan de molde para que no se deshagan y mojalas en la leche hasta que queden bien impregnadas. Puedes sacarlas con una espumadera para que no se rompan.

Carameliza las torrijas colocándolas en un plato con azúcar y acercando el soplete, y dejando que el fuego vaya tostando el azúcar hasta que queden doraditas, puedes usar el truco de la sartén si no tienes soplete. Por último sírvelas acompañadas de tu helado favorito.