Vargas Llosa y la infanta Elena

Vargas Llosa la lía al llamar a la infanta Elena «princesa Leonor»

El desliz ha tenido lugar cuando el literato ofrecía su discurso tras recibir el Capote de las Artes 2022

Noelia Bertol

Este lunes Mario Vargas Llosa ha protagonizado uno de los momentos más destacables de la semana. El escritor peruano acudía al Hotel Wellington, donde le era entregado el premio Capote de las Artes 2022, un reconocimiento taurino que recibía a manos de la infanta Elena, con quien posó ante las cámaras ante la ausencia de Isabel Preysler

Bien conocida es la afición del Premio Nobel a la tauromaquia. De hecho, es habitual verle disfrutar de una tarde de toros en compañía de su pareja. Tanto es así que, sin ir más lejos, hace unas semanas se celebró una fiesta en homenaje a Vargas Llosa en la cual había prevista una capea con Cayetano Rivera, la cual finalmente no pudo celebrarse.

Esta afición ha hecho que el mundo del toreo haya querido entregarle este reconocimiento que cada año otorga a una figura distinguida relacionada con el mundo taurino. La infanta Elena, de hecho, lo recibió en el año 2019.


Todo transcurría con normalidad hasta que el literato ofreció su discurso, pues protagonizó un momento un tanto incómodo agradeciendo la entrega del premio a la princesa Leonor en lugar de a la infanta Elena. Un desliz que quedó en algo anecdótico, pues los allí presentes se lo tomaron con el humor oportuno y tampoco la hermana del rey le dio mucha importancia tras haber sido confundida con su sobrina.

Isabel Preysler, ausente en el día de Vargas Llosa

 

Suelen ir siempre acompañados a cada uno de los compromisos que se les presentan, de ahí que haya resultado tan extraña la ausencia de la socialite. Mario Vargas Llosa llegaba con la única compañía de la infanta Elena, con la que posaba en el photocall, además de con el torero Miguel Abellán.

Tal y como informan algunos de los medios que acudieron al evento, la hermana del Rey se mostró muy servicial con el literato, tratando de que este estuviera cómodo, algo que al parecer consiguió, pues Vargas Llosa no dejaba de sonreír en todo momento.

Una sonrisa que se mantuvo cuando subió a recoger su premio, un capote que firman los toreros que durante décadas se han alojado en el Hotel Wellington antes y después de pasar por Las Ventas. Tanto es así que la fama de este alojamiento en este mundo ha hecho que sea considerado por todos como el «hotel de los toreros».

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