Y ahora la gran pregunta: ¿el uso de mascarillas en hospitales y farmacias será permanente?

Estas pueden evitar diez contagios en una visita de cinco minutos

Ana Más

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciaba la semana pasada el fin de la obligatoriedad de llevar mascarilla en el trasporte público a partir del próximo ocho de febrero. Aunque tal y como explica el epidemiólogo Joan Caylà en Nius Diario,«desde el ministerio lo que se quita es la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público pero sigue la recomendación de llevarlas para personas vulnerables y se apela a responsabilidad. Hay que asumir que la situación actual no es óptima.»

De ahí que de momento la obligatoriedad de llevar mascarillas se mantengan en hospitales, centros de salud y farmacias. En este sentido Caylá explica: «vamos a tener que llevar mascarillas en los hospitales durante bastante tiempo. Llegará el día en que no la tengamos que llevar, pero ese día no está próximo. En los hospitales, a parte de prevenir, tenemos que seguir llevándola para no contagiar a los sanitarios, ya que están saturados, y muy limitados».

Algo en lo que coincide el exdirector de la OMS, Daniel López Acuña, que explica al mismo medio: «Menos mal que no se ha retirado la obligatoriedad en establecimientos sanitarios y farmacias en donde el riesgo de contagio es mayor al concentrarse ahí las personas afectadas por infecciones respiratorias agudas, COVID incluido».


Mascarilla como prevención

Alex Arenas, físico de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona coincide con ambos expertos. «Cuando vas al hospital es porque tienes una sintomatología, la obligación es pertinente. Llevar una mascarilla no es tan grave, un poco incómodo, pero salva vidas. Si vamos a poner en riesgo a otras personas, hay que llevarla», explica.

Tanto Arenas como Caylá insisten en que «llevar mascarillas en las farmacias es necesario. Entrar en una farmacia a comprar un test porque crees que tienes Covid sin mascarilla es un sin sentido. No veo que moleste tanto, al final son cinco minutos te la pones, entras y te la quitas, y puedes evitar hasta 10 contagios. Omicron sigue siendo muy muy contagiosa».

Así que de momento los centros de salud y hospitales continuarán exigiendo su uso, con la excepción de  las personas ingresadas, que pueden retirárselas siempre que estén en sus habitaciones, al igual que ocurre con los mayores que estén en residencias, mientras que los trabajadores de las mismas y las visitas deben seguir llevándolas. Una obligación que se extiende a todos los establecimientos y servicios sanitarios, como las farmacias o los centros de transfusión.