¿Sirven de algo las jarras con filtro para el agua?

Son una buena opción para aquellos lugares donde tiene mal sabor

Ana Más

El agua del grifo en España es apta para su consumo ya que cumple con lo que dice sobre los estándares de calidad la Unión Europea, incluso desde la OCU explican que según sus estudios es de calidad y no tiene contaminantes en la mayoría de las poblaciones españolas. Sin embargo todavía son muchos los que antes de consumirla la sirven en una jarra con filtro, pero, ¿sirven de algo realmente este tipo de jarras?

Hay  localidades en las que el agua del grifo es dura, lo que le confiere mal sabor por lo general, «El agua de Madrid, por ejemplo, es una de las mejores del país, junto a Burgos, Vigo, San Sebastián y Las Palmas«, explican desde Uppers y añaden que en Zaragoza, tiene un elevado número de microorganismos aerobios y coliformes, un tipo de bacterias que podrían ser perjudiciales para la salud. En Ciudad Real se detectaron trihalometanos y la de Palma de Mallorca es muy dura y muy mineralizada.

Una vez analizado esto, la Organización de Consumidores sí considera una buena opción colocar un filtro en el grifo o en una jarra para purificarla y filtrarla. Dentro de la jarra hay un cartucho filtrante por donde pasa el agua que se recoge en un depósito inferior. Este cartucho retiene los compuestos no deseados a través de diferentes materiales granulares que contiene. «Especialmente en zonas en las que el agua del grifo es muy dura o tiene mal sabor, la jarra purificadora puede mejorar el gusto», explican.


Jarras con filtro, ¿si o no?

Aunque eso si, deben tener algunos requisitos, como usarlas solo con aguas aptas para el consumo, es decir, evitar las de pozo, manantial o fuentes de las que no conocemos la potabilidad; consumirla en el mismo día y evitar que quede retenida; reemplazar el cartucho periódicamente y asegurarnos que se trata de una jarra capaz de eliminar sustancias peligrosas como pesticidas, nitratos o pequeñas cantidades de metales pesados.

Desde diariodesevilla.es añaden dos beneficios más de filtrar el agua: ahorrar espacio en casa y dinero a largo plazo en el caso de que consumamos agua embotellada y que estamos favoreciendo el medio ambiente ya que dejaremos de comprar botellas de plástico que se convierten en residuos.

No obstante en declaraciones al mismo medio el catedrático de Biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, Miguel Mulet,  explica que el agua del grifo es perfectamente sana y sobre el uso de filtros dice que «en algunos casos pueden quitar la dureza del agua (calcio y magnesio) y algunos minerales. Para algunos consumidores, eso mejora el sabor». Además insiste en que no tiene sentido quitarle el magnesio y el calcio al agua y luego tomarlos en forma de suplementos, como hace mucha gente. Señala además lo que para él es el principal problema de este tipo de filtros, que a la larga pueden contaminarse con hongos y bacterias.

 

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