Arantxa Sánchez Vicario y su ex marido Josep Santacana se enfrentaban ayer al primer día de juicio por ocultar bienes para eludir el pago de una deuda millonaria con el Banco de Luxemburgo. Apenas habían pasado siete minutos de declaración y la ex tenista se derrumbaba cuando el abogado de la acusación particular le preguntaba por el papel de su padre en la gestión de su patrimonio. Arantxa
En ese momento Arantxa, entre lágrimas pedía un poco de agua y reconocía estar un poco nerviosa. Desde Vanitatis explican que los nervios que arrastra han sido los causantes de su llanto, una situación que ya se había producido en otras ocasiones antes, como en cada una de sus declaraciones ante sus abogados o en la entrevista que dio para El País al periodista Jesús García.
Finalmente su abogado, Borja Vives Iborra, pedía que permitieran a su cliente ausentarse durante toda la semana hasta que lleguen las conclusiones finales. Así que tras casi una hora de declarar a puerta cerrada, Sánchez Vicario se marchaba.
Arantxa señala a su ex marido
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Aunque las imágenes de la declaración no pueden ser difundidas, desde Vanitatis explican que una de las cosas que mas ha llamado la atención en la misma es «la repetición, constante y casi robótica, de la frase “mi marido, el señor Santancana».
Así ha comenzado casi todas las respuestas a las cuestiones de la acusación particular, que además le ha explicado «cada una de las operaciones financieras por las que le piden una pena de prisión». Ella ha insistido en que era su ex marido el que se encargaba de todo, «Nunca he gestionado mi patrimonio porque desconozco cómo», explicó además que él, su ex marido, era el que le decía dónde tenía que firmar y que ella se fiaba, «luego él rellenaba los documentos».
En el juicio se va a determinar si Arantxa Sánchez Vicario cometió «un delito de alzamiento de bienes al vender todo su patrimonio y hacer desaparecer el dinero de todas sus cuentas cuando el Banco de Luxemburgo le exigió que pagara una deuda que había contraído para liquidar una multa de Hacienda», explican desde el mismo medio.
Algo en lo que insiste la deportistaes en que su marido es el que llevaba la economía y se ocupaba de todas las operaciones financieras que finalmente la dejaron en la ruina y la han llevado a este juicio. Incluso ha explicado que cuando el Banco de Luxemburgo le pidió que pagara su deuda, ella quiso hacerlo pero su entonces marido le dijo que no lo hiciera que mejor que dárselo al banco era que se lo quedaran, «que él se encargaba de todo, que no me preocupara». Santacana está previsto que declare el viernes, aunque su abogado, Juan Segarra, ya ha presentado alguna documentación al juzgado.
