La tarde de este pasado 30 de enero ha tenido como protagonista en el plató de Sálvame a Kiko Matamoros. El colaborador ha sufrido una fuerte subida de tensión después de conocer que el programa quería publicar una comprometedora información relacionada con él y su pareja, Marta López Álamo. Por ese motivo, se ha visto obligado a acudir al servicio médico de la cadena.
El propio formato se encargó da avanzar al madrileño que de después de la pausa publicitaria compartirían con todos los espectadores la ‘exclusiva’. Tras ese parón, Matamoros se ha visto desbordado y eso ha hecho que desapareciese del programa, antes de que se reanudase.
Una de las presentadoras del programa se encargaba de contar lo ocurrido: «Al enterarse que cuatro colaboradores conocen una información muy comprometida sobré él y su novia se ha puesto enfermo«. La dirección del programa confirmaba que el madrileño había tenido que acudir al médico para hacer las pruebas oportunas y comprobar que todo estaba bien.
Kiko Matamoros termina en el hospital
Una de las principales esperanzas que tenía este colaborador tras esa subida de tensión era regresar, nuevamente, al programa, pero no ha podido porque ha acudido a un hospital para continuar con más pruebas y descartar cualquier tipo de problema. Ante lo ocurrido, tanto la dirección del programa como sus compañeros han optado por guardar la exclusiva por respeto a su compañero y que fuesen los médicos los que tomasen la decisión sobre ello.
«Es probable que paremos el tema porque con la salud no jugamos. Es un programa de televisión y damos espectáculo, pero no por cualquier precio. El equipo médico marcará lo que vamos a hacer«, comentaba una de las colaboradoras.
Uno de los momentos más destacados de la tarde, tras este gran susto, fue cuando la pareja de Matamoros, Marta López Álamo, le mandaba un mensaje a Terelu Campos, donde le contaba que su marido estaba «hipertenso» porque estaba dejando de fumar. Y si hay algo que también resaltó fue lo siguiente: «Emocionalmente es muy sensible y le dan bajones y fuertes subidas de tensión».
Lo último que añadía López Álamo en el mensaje a Campos era lo siguiente: «Kiko y yo estamos perfectamente, no te preocupes«.
