Si te dan a elegir, elimina este tipo de lechuga de tu dieta

Su nivel nutricional es más bajo que el de otras variedades, según los expertos en nutrición

Ana Más

La lechuga aporta muy pocas calorías a nuestra dieta que se suele utilizar con frecuencia en dietas de adelgazamiento sobre todo por su alto contenido en agua, un 95 por ciento nada más y nada menos tal y como apuntan desde la Federación española e Nutrición, «La lechuga es un alimento que aporta un bajo contenido energético por su alto contenido en agua y su escasa cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas»

Sin embargo hay una variedad que los nutricionistas no recomiendan tomar, la lechuga iceberg, cuyo nombre se debe a que los productores, para transportarla a  otros lugares, les colocaban cubos de hielo sobre ella para que se conservara mejor.

Este tipo de lechuga se caracteriza por tener hojas pequeñas y rizadas de color verde claro y mucho más compactas que las de la lechuga clásica, siendo estas muy firmes y crujientes. Sin embargo con respecto a otras variantes, su nivel nutricional es más bajo. Y es que en general las variedades de lechugas cuyas hojas están más protegidas de la luz solar tienen niveles más bajos de vitaminas y antioxidantes.


Lechuga iceberg, no todo es malo

Con respecto a otras lechugas el contenido en vitamina C de la iceberg es de 2,8 miligramos y en el caso de la romana de 4,  además esta tiene 2,1 gramos de fibra frente al 1,2 de la iceberg. Lo mismo pasa con los niveles de vitamina A, ácido fólico y algunos minerales, en la iceberg son menores en comparación con otras lechugas.

Sin embargo frente a un nivel nutricional más bajo que otras variedades, la lechuga iceberg tiene otras ventajas, como que al formar cabezas cerradas respira más despacio y, por ello, se conserva mejor. Además de sus proporciones importantes de casi todas las vitaminas del grupo B, a excepción de la vitamina B12, lo que la hace muy favorable para agilizar el proceso digestivo. A esto hay que sumarle que no tiene ningún tipo de aporte de colesterol y contiene betacaroteno, ácido fólico, potasio, sodio, fósforo y magnesio, así como cobre y calcio.

Por todo ello no debemos rechazar el consumo de este tipo de lechugas, pero si hemos de saber que hay otras variedades mucho más completas nutricionalmente e incluso otras hortalizas de hoja verde como las espinacas, que tienen una proporción considerablemente mayor de fibra, 6,3 gramos, y una mayor cantidad de vitaminas y de minerales.

 

 

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