Pórtate bien con el planeta: consigue ser más sostenible en tu día a día

Te contamos algunos gestos sencillos para respetar el medio ambiente

Ana Más

Cada vez somos más conscientes de la importancia de reciclar, reutilizar, ahorrar en nuestro consumo de agua y energía y apostar por productos ecológicos. Y es que cada uno de estos gestos cuenta a la hora de cuidar el planeta, de ahí la importancia de ir incorporándolos poco a poco en nuestro día a día.

Pero muchas veces no tenemos muy claro como incorporar estas rutinas más sostenibles en nuestro hogar. Te contamos algunos gestos sencillos con los que puedes estar haciendo mucho por el planeta.

Comenzamos por lo que respecta al consumo de agua, además de cosas que todos conocemos como no aclarar los platos antes de meterlos en el lavavajillas o cerrar el grifo cuando nos lavemos los dientes o nos enjabonemos en la ducha, podemos ir un poco más allá instalando aireadores en los grifos, son baratos, no requieren instalación ninguna y su función es mezclar el agua con el aire para que no disminuya la sensación de caudal pero si el agua que consumimos.


Algunos otros gestos para ser más sostenible

Y si hablamos de ahorrar no podemos olvidarnos de la energía, desde Uppers explican que para hacerlo es imprescindible tener, «Ventanas con buenos cerramientos y la utilización de aislantes en paredes y techos son un básico para evitar que el calor o el frescor, dependiendo de la época del año en la que nos encontremos, se nos escapen o entren en casa». Además de ventilar únicamente durante unos 10 minutos en invierno y en las primeras horas de la mañana en verano.

Además algo tan fácil como si vamos a cambiar algún electrodoméstico, fijarnos en la etiqueta de eficiencia energética del mismo puede suponernos un ahorro en el consumo. Los de mayor eficiencia son los de la letra A y los de menor los de la letra G.

Vamos ahora con algo importante en este sentido, el consumo de productos ecológicos, no sólo comida sino también de utensilios o decoración que ya podemos encontrar en el mercado con el distintivo de certificado ecológico que garantiza que no llevan ningún tipo de toxinas.

Un ejemplo de este tipo de productos son las pinturas naturales, que están elaboradas con agua e ingredientes vegetales y biodegradables y ningún componente tóxico.Los textiles hechos con fibras naturales y los muebles fabricados con madera de bosques que se gestionan de forma sostenible son otros ejemplos.

 

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