Mercedes Milá ha sido una de las últimas personalidades en dejar muy clara su postura sobre Luis Rubiales. «El beso ‘Hermoso’. Hay seres humanos que flotan como un cagarro en el agua; no hay manera de hundirlo. Es el caso de Rubiales, un exfutbolista que llegó a lo más alto de este deporte en los despachos, y, estos días, por un desliz que le define, vamos conociendo cuáles fueron los peldaños de su escalera», comienza en un potente comunicado.
«Hay gente que confía en que el karma devolverá al malo todo el mal que hizo. Pero me temo que cuando se trata del fútbol esa regla suele dejar de funcionar. ‘El fútbol es más poderoso que el Poder. Y la mafia que lo rodea más aún'».
«Hay gente que confía en que el karma devolverá al malo todo el mal que hizo. Pero me temo que cuando se trata del fútbol esa regla suele dejar de funcionar. ‘El fútbol es más poderoso que el Poder. Y la mafia que lo rodea más aún'».
«Con esas premisas en titulares, como solemos decir los periodistas, por mucho que quedasen demostradas todas las fechorías que ha cometido este pájaro, no sería destituido que es lo que tiene que pasar. No lo sería porque ha acumulado muchas imágenes grabadas comprometidas, entre otras muchas cosas porque cuando te cobija la mafia, sueles librarte de todo mal. En ellas, al parecer no se salva nadie: «el fútbol es más poderoso que el poder»
«Se sabe desde hace tiempo y mis compañeros de la prensa deportiva así lo han denunciado que ‘en su día grabó a Ministros y Secretarios de Estado con el móvil. Tiene numerosas denuncias interpuestas ante el Consejo Superior de Deportes por temas de Arabia Saudí, entre muchos otros que siguen en un cajón. Viajes personales con dinero de la Federación. Dinero para su casa particular… pero no hay abierto ningún procedimiento, todavía'».
«El mundo entero está pidiendo su dimisión, pero él, como ha dicho 3 veces, frente a los que, incomprensiblemente le aplaudían, no va a dimitir. Cobra casi 1 millón al año y fuera hace mucho frío. Un cagarro, lo dicho. Y como piensa mucha gente, el baile no ha hecho más que empezar. Ojalá se cumpla la ley del karma«.
Posdata: «No podemos llamar beso a ese gesto de poder a una jugadora excelsa como todas las demás de este equipo de mujeres mágico. Esa ‘gracia’ incontrolada está tapando la hazaña de España sin dejar que nuestras futbolistas disfruten a manos llenas del producto de sus sacrificios y sus eternas horas de entrenamientos. Por ahí no debemos dejar que pasen».
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