El primero comprobar manualmente que las puertas están bien cerradas. Hoy en día la mayoría de los coches cuentan con cierre centralizado que permite al conductor abrir y cerrar todas las puertas de una vez, pues bien, los ladrones podrían estar utilizando inhibidores de frecuencia a nuestro alrededor para evitar que tu coche se cierre correctamente y poder robarlo. Por eso es fundamental comprobar que está bien cerrado cada vez que salgamos del mismo.
La siguiente recomendación que dan es algo que puede resultar chocante pero tiene una explicación lógica: aparcar el coche en línea siempre que podamos. Esto disuadirá al ladrón de robar, ya que estará mucho más expuesto y cualquier persona que pase pueda verlo, sin embargo si el coche está aparcado en batería estará mucho más protegido. Por eso los ladrones suelen fijarse en aquellos vehículos apracados en batería.
Además un gesto tan sencillo como girar las ruedas hacia el lado de la acera cada vez que aparquemos el vehículo, complicará y mucho a los ladrones las cosas, así que ya sabes aparca siempre en línea y con las ruedas mirando hacia la acera.
Otra cosa que podemos hacer para salvaguardar la seguridad de nuestro coche es aparcar en zonas transitadas y bien iluminadas y es que en zonas oscuras los ladrones lo tendrán mucho más fácil, «contarán con mucho más tiempo para perpetuar el robo y, en caso de ser cazados por cualquier viandante, no podrán identificarles con precisión», explican desde la Cadena Ser.
La útima recomendación de la Policía es proteger nuestro coche con un sistema antirrobo. Aunque la mayoría de los coches ahora lo incluyen por defecto, no está de más añadir un extra como un localizador GPS que nos va a permitir saber dónde está.
Además, desde la revista especializada Autopista dan algunos otros consejos que pueden evitarnos disgustos:
No dejar el mando del garaje en el coche, ya que si vivimos en un chalet esto supone que los ladrones puedan entrar directamente al garaje y de ahí a tu vivienda.
Grabar la matrícula en los cristales, cuesta unos treinta euros e incomodará al ‘caco’ si el objeto del robo es vender el coche.
Instalar un desconectador de batería que impida la puesta en marcha de ese automóvil que, además, la protegerá de la descarga accidental. Esto es perfecto para los coches de uso ocasional, ya que su utilización no es tan simple como apretar un botón y puede ser farragoso si usamos el coche a diario.
