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Renfe, Iryo y Ouigo prohíben los patinetes eléctricos

Renfe, Iryo y Ouigo prohíben los patinetes eléctricos en los trenes desde hoy

Una medida que entra en vigor hoy, 12 de diciembre

Sandra Escobar

A comienzos de este otoño se daba a conocer la tesitura del ejecutivo de la Comunidad de Madrid sobre si vetar los patinetes eléctrico en el transporte público, como ya hizo Barcelona y Sevilla, tras la explosión de una batería de uno de estos vehículos por el que tuvieron que cortar la Línea 2 durante horas.

Solo unos días después, se confirmaba la prohibición del uso de estos patinetes en los trenes de Metro, así como en autobuses de la EMT, urbanos e interurbanos, con el fin de «garantizar la seguridad de los usuarios». Un decisión de carácter temporal que entró en vigor el pasado 4 de noviembre y que ahora parece haber sentado un precedente para otros transportes.

Ahora, Renfe y Ouigo se suman a esta normativa y también han prohibido los patinetes eléctricos en sus trenes desde hoy, martes 12 de diciembre. La empresa italiana Iryo también activará el veto, pero aún se desconoce su fecha de entrada en vigor.


«La medida se basa en criterios de salud pública y seguridad. Se informará de la prohibición en las estaciones de Cercanías gestionadas por Renfe», han anunciado desde la compañía ferroviaria. Esto se traduce en que no se podrán utilizar ni transportar este tipo de vehículos motorizados en los trenes de dichas compañías.

«Esta prohibición no sólo se refiere a los patinetes eléctricos, sino también a los monociclos o cualquier otro dispositivo de movilidad personal eléctricos o dotado de baterías, con excepción de los vehículos de personas con movilidad reducida y las bicicletas eléctricas», señalan desde Renfe.

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Se trata de una medida que se aplicará a los viajes en trenes de larga velocidad y alta velocidad y solo quedan exentos los «los vehículos de personas con movilidad reducida y las bicicletas eléctricas».

Por lo tanto, desde este mismo martes, los empleados de Renfe, Metro y Ouigo podrán obligar a un viajero a que abandone el tren en caso de no cumplir con esta prohibición, si su equipaje o vehículo representa algún peligro para la seguridad y el funcionamiento del transporte. «E igualmente se podrán hacer inspecciones aleatorias con interventores y agentes de seguridad», señalan.

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