Lo han contado en el programa de la Cadena Ser, Código de Barras, las redes sociales, YouTube e incluso la televisión, están llenos de anuncios de alineadores dentales en los que te prometen una bonita sonrisa en tiempo record y a un precio muy económico. Un sistema «transparente, removible, cómodo, indoloro y dos veces más rápido que los brackets», dicen en este tipo de publicidad, convirtiéndolos en un algo más que atractivo para aquellos que quieren arreglarse los dientes pero a los que la ortodoncia les parece demasiado cara o lenta.
Sin embargo esto dista bastante de la realidad, tanto que incluso ya hay grupos de afectados de Telegram o Facebook entre los que hay testimonios como el que dejaba esta mujer en el programa: «El diente se me empezó a desprender y llegó el punto en el que me quedé mellada».
Por otra parte «el Consejo General de Odontólogos de España denunció ante la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario a seis de estas empresas por dispensar directamente al público un producto cuya prescripción está reservada exclusivamente al dentista», explican desde la web de la Cadena Ser. Osccar Castro, presidente del Consejo de Odontólogos explkica que estas compañías que venden estos tratamientos de ortodoncia, «crean la apariencia de que se tratan de centros sanitarios cuando muchos de ellos carecen de autorización sanitaria en funcionamiento y son meros fabricantes o distribuidores». Y es que tal y como dice la jefa del departamento de Producto Sanitario de la Agencia, Carmen Ruiz Villar, «Es muy importante el seguimiento del odontólogo durante todo el tratamiento».
Los peligros de estos alineadores dentales: «Es como si te opera una persona que no es cirujano»
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Impress y Dr. Smile, son las marcas que cuentan con más plataformas de afectados que coinciden en que la presión publicitaria es tanta con un bombardeo constante de influencers con descuentos y anuncios, que llega un momento en el que te decides a probar. Entonces, tras una primera consulta, en la que los afectados reconocen ‘ no poder identificar a nadie con su nombre, apellidos y número de colegiado’, te hacen un diseño de boca y te pautan un tratamiento que debes hacerte en casa y cuyo seguimiento te hacen a través de una aplicación donde vas subiendo fotosde tus dientes hechas con móvil.
Una de las afectadas lo explica así: «Te hacen el seguimiento gente que no sabes quién es. Las fotos están borrosas o movidas, pero ellos te dicen siempre: sigue con el siguiente alineador», un tratamiento por el que pagó la mitad de lo que hubiera pagado en una clínica dental normativa, unos 2.600 euros.
Profesionales como Alicia Lanuza, ortodoncista y cofundadora de la clínica valenciana Lanuza y Tejero no puede ser más clara con respecto a este tipo de negocios: «No puede atenderte una persona que no tiene formación ninguna, que no ha estudiado el hueso, la biología, eso es intrusismo y es denunciable. Es como si a ti te opera una persona que no es cirujano. Es peligrosísimo».
El consejo no puede ser más claro, acudir siempre a profesionales para que no ocurran cosas como a dos oyentes del programa que relataban en un caso la pérdida de una pieza dental y en otro mala oclusión y mordida tras terminar el tratamiento.
