Andrés Suárez

Andrés Suárez advierte de la ‘droga’ más «poderosa e hiriente»

El artista se ha sincerado sobre la adicción que más le cuesta dejar a un lado: te sentirás identificado

Lola Rabal

Andrés Suárez es uno de los cantautores más respetados del panorama. Los términos éxito y adicciones, en ocasiones, desgraciadamente van de la mano. El gallego ha aprovechado su visita al podcast de Ricardo Moya para hablar de esto precisamente.

El artista no se anda con tapujos. Sin miedo ha hablado en numerosas ocasiones de sus fantasmas. No se cierra ni en las letras de sus canciones, ni cuando tiene delante a un periodista con intimidantes preguntas personales.

Por no decir tu nombre es una canción dedicada a un hater. Cuando hablas de adicción al teléfono puede que tenga mucho que ver con las redes sociales. El cantante confesó a El País que más de una vez ha llegado a llorar por la crítica de un desconocido en Internet. Como la música es terapia, le compuso una canción a la canción.


Andrés Suárez: «Hay una droga por la cual estoy recibiendo ayuda profesional para ver si soy capaz de dejarla y no puedo»

El artista ha confesado en una entrevista en el podcast ‘El sentido de la birra’ realizada por el músico Ricardo Moya su principal obsesión. «De todas las drogas que yo probé a lo largo de mi vida, que no fueron pocas, mi cuerpo siempre me avisó cuando una me sentaba mal y las dejé. Y hay una, en la cual estoy recibiendo ayuda profesional para ver si soy capaz de dejarla y no puedo. La droga más poderosa, adictiva, hiriente y asesina que conozco se llama teléfono móvil» se sinceraba.

«Yo tengo una banda. El bandón, con el que llevamos 14 años. Estamos de gira ahora ‘Viaje de vida y vuelta’ recorriendo España y lo que no España. Al terminar, nosotros nos sentamos en la furgo. Somos siete. Antes decíamos: el compás, la luz, la cagada… » recordaba. «Ahora vamos siete personas mirando el teléfono y al llegar al hotel no sé si dormimos o seguimos mirando el teléfono. Yo llego a mi casa después de no ver a mi esposa cuatro días y e hace una pregunta y no escucho porque estoy mirando un puto zapato con un zorro sonriendo» terminaba diciendo muy indignado.

Las palabras de Andrés Suárez incitan a la reflexión. Es curioso como de otras adicciones el proceso se lleva en silencio. Avergüenza quizá. Sin embargo, es tan común la cantidad de horas que uno pasa con el teléfono que se banaliza con el tema hasta normalizar no poner individualmente una solución.

MÁS SOBRE: