Shakira junto a sus hijos, Milan y Sasha

El hijo mayor de Shakira, Milan, sorprende tocando la batería en una banda infantil

El joven, de 11 años de edad, muestra su pasión por la música sacando su lado más rockero

Noelia Bertol

Ya lo vimos tanto a él como a su hermano demostrar el talento que han heredado de su madre al compartir con ella Acróstico, el emotivo tema que Shakira lanzaba la pasada primavera. Milan y Sasha, de 11 y 9 años de edad, son aún muy jóvenes para saber a qué quieren dedicar su vida, pero no para tener grandes pasiones y querer desarrollarlas.

Esto lo que ocurre con Milan, quien no solo ha demostrado en varias ocasiones que ha heredado de su madre la pasión por la música, sino que la propia artista ha confesado que este participa en decisiones importantes de su carrera. Ejemplo de ello es que el joven le dio a su madre la idea de colaborar con Bizarrap, de cuya unión nació uno de los mayores éxitos de la colombiana en los últimos años: la Music Sessions #53.

Los hijos de Shakira, grandes artistas en potencia

Ahora el joven ha sorprendido a todos al debutar a la batería en una banda infantil. Con un look de lo más rockero, Milan sorprendía tocando este instrumento en el Hard Rock Café de Miami, donde reside junto a su madre y su hermano Sasha. La de Barranquilla estaba en el lugar y no pudo evitar aplaudir henchida de orgullo cuando finalizó la actuación. Las cámaras de los presentes también recogieron el momento en el que, al bajar del escenario, esta no dudó en abrazar y felicitar a su hijo.


Para meterse en la piel de baterista el pequeño modificó un poco su imagen, peinándose con una cresta al más puro estilo rock and roll. Si bien el look no hace al artista, este demostró que tiene un gran dominio de la batería. Algo que por otro lado no nos extraña, ¡lleva la música en la sangre!

Lo mismo le ocurre a Sasha, quien sorprendió a todos con su dulce voz en Acróstico. Si bien Milan parece decantarse más por los instrumentos como la batería o el piano, otro que domina muy bien, el pequeño se interesa más por el instrumento de su propia voz. ¿Seguirán los pasos de su madre?