Raquel Sánchez Silva

La faceta más maternal de Raquel Sánchez Silva, así son Bruno y Mateo, sus niños mellizos

La periodista siempre ha intentado preservar su intimidad

Ana Más

Desde que terminara su carrera de periodismo en Salamanca, Raquel Sánchez Silva se ha labrado una bien merecida fama y es que la periodista comenzó a trabajar muy joven, a mediados de los noventa y no ha parado, estando casi siempre al frente de importantes proyectos. Sin embargo siempre ha protegido su vida privada celosamente y mucho más desde que tuvo a sus hijos mellizos, Bruno y Mateo, de los que no se conoce mucho. Ya en una entrevista para Divinity hace unos años hablaba del pudor que le daba hablar de sus sentimientos.

Los pequeños, que van a cumplir nueve años en septiembre, son fruto de la relación de la presentadora con el  productor argentino de cine y televisión Matías Dumont con quién inició una relación en 2014 y ha formado una bonita familia a la que Raquel se ha referido en varias ocasiones,  pero muy pocas ha mostrado, ni en sus redes sociales ni en sus apariciones públicas, aunque la prensa sí ha podido captar imágenes suyas en alguna ocasión.

En 2021 la extremeña publicada ‘Dos mundos. Cuentos de mellizos, gemelos y otros hermanos sin igual’, un libro basado en su propia experiencia con la maternidad, en el que cuenta situaciones que ha vivido con Bruno y Mateo a lo largo de estos años. «En su interior están las emociones de mis niños de carne y hueso», explicaba entonces.


Raquel Sánchez Silva: «Ser mellizo no es fácil»

MADRID, SPAIN – FEBRUARY 13: Raquel Sanchez Silva attends the Moises Nieto fashion show during the Madrid Es Moda on February 13, 2024 in Madrid, Spain. (Photo by Carlos Alvarez/Getty Images)

Y es que la periodista lo tiene muy claro: «No hablo de mi vida personal porque quiero que mis hijos queden fuera de la ecuación«, reconocía en la misma entrevista en la que contaba que no le gusta ser ejemplo de nada y que la mejor educación para los hijos es el amor por ellos y el sentido común.

Aunque sí que ha hablado sobre las dificultadas a las que se han enfrentado sus niños por ser mellizos, por el hecho de haber nacido a la vez y desarrollar trayectorias vitales totalmente paralelas. «Ser mellizo no es fácil», ha explicado en alguna ocasión y ha hablado además de las circunstancias tan concretas de Bruno y Mateo, destinados a «compartir amor«, por lo que se merecían una voz propia. Algo de lo que nace su idea de reflejar en su libro lo que ha aprendido durante todos estos años con ellos,  «al escucharles llorar, al comprender sus celos, su soledad, su deseo de unicidad, su búsqueda de una identidad potente y distintiva, su amor y su vínculo extraordinario».

 

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