Las normas cada vez más estrictas con respecto al uso del tabaco, sobre todo en lugares públicos, han hecho que cada vez surjan más alternativas a este pero con menos riesgos. Es el caso del snus, unas bolsitas de «tabaco picado y pasteurizado con agua, sal y aromatizantes como, por ejemplo, aceite de bergamota, esencia de rosas o regaliz», explican desde eldiario.es, que se colocan en las encías, pero sobre las que planea la sombra de la duda con respecto a si realmente son más seguras que los cigarros. «Su principal ingrediente son sales de nicotina sintéticas, y suele contener otras sustancias como celulosa microcristalina, carbonato de sodio y otras sales de carbónico, ácido cítrico y aromas», explican desde El país.
La FDA, la Administración de Medicamentos y Alimentos Norteamericana hace unos años dio el visto bueno a la venta de un producto de snus en EE.UU, explican desde 20Minutos. Entonces explicaban que si eras fumador, cambiar el cigarrillo por este producto reducía el riesgo de cáncer de pulmón. Una decisión que según advierten desde Harvard, puede dar una sensación de falsa seguridad sobre este producto.
Frente a las ventajas que ofrece el snus, como su precio más bajo y que puede emplearse en lugares donde está prohibido fumar, además de que evita exponernos al humo a nosotros mismos pero también al resto y que parece haber evidencia de que su uso reduce, efectivamente el riesgo de padecer cáncer de pulmón, están también sus inconvenientes que no son pocos.
El Snus también tiene efectos secundarios
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Los explican también desde la prestigiosa universidad, desde donde hablan de sus riesgos para la salud, como que aumenta la posibilidad de padecer cáncer de esófago, boca y páncreas, además de incrementar el riesgo de enfermedad cardiaca e ictus, dañar el cerebro de los adolescentes y aumentar el riesgo de parto prematuro y aborto.
Y otros efectos secundarios menos graves como problemas dentales, entre ellos la pérdida o aflojamiento de piezas, daño en las encías o pérdida de hueso alrededor de los dientes, además de halitosis. Tampoco se descartan sus propiedades adictivas, ya que como cualquier producto derivado del tabaco, puede tenerlas.
En cualquier caso el objetivo ha de ser abandonar la nicotina o el tabaco, que en todas sus formas entrañan riesgos para la salud. El médico Rodrigo Córdoba, del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, asegura en declaraciones a El país, que la industria está inundando el mercado de productos de nicotina con la idea de «captar adictos entre menores y primeros consumidores e impedir que los quieren abandonar el hábito lo dejen, y sigan adictos».
