
Según sus fuentes de confianza, Mohedano había ingresado por un dolor abdominal, y días después aclaró que su estancia en el hospital se debía a que le habían llamado para hacerse una exploración que había estado retrasando: «Bien, estoy bien. Ha sido una revisión que ha tardado más de lo debido. Tenía que habérmela hecho hace cinco meses y no vine. Y menos mal que ahora sí porque me empezó a doler el estómago y nada, ya está. Hay que hacer más pruebas», comentó a las puertas del hospital.
Desde ese momento, Amador ha estado recuperándose en su casa. Sin embargo, una imagen de Rosario Mohedano en sus redes sociales hacía saltar todas las alarmas sobre el estado de su padre.
«Mi hija hace una foto y con toda la buena intención, parece ser, lo ha puesto en las redes sociales y bueno por ahí viene el escándalo, pero que yo estoy bien«, comentaba al ver todo el revuelo que había generado a su alrededor.
Además, Rosario Mohedano también quiso intervenir en las explicaciones, comentado a qué se debía la delgadez de su padre: «en el hospital no pudo comer sólido, solo líquidos. Ahora está comiendo mejor, tiene más apetito y la circulación le va mejor. Poco a poco irá recuperando peso. Ya os dije que le tocaron las cuerdas con la prueba y por eso lo del hilito de voz».
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