
La autora de este libro no es nueva en el terreno. Ya publicó La magia del ayuno (2021) y Optimiza tu metabolismo (2023). Ahora insiste en que mejorar el metabolismo no es ciencia ficción. Entre sus consejos destacan: evitar cenas copiosas que sobrecargan a las mitocondrias, seguir una dieta mediterránea natural, introducir ayunos intermitentes de 12 o 14 horas, moverse a diario (desde entrenar hasta bailar en casa) y, sobre todo, dormir bien, porque el mal sueño dispara el antojo de dulces.
Entre todas las estrategias, Belaustegui subraya el papel de la dieta cetogénica o keto. No es una moda de Instagram, sino un plan con más de un siglo de historia. En 1921, el doctor Wilder, de la Clínica Mayo, la ideó para pacientes con epilepsia resistente a fármacos. Es alta en grasas, moderada en proteínas y baja en carbohidratos. El objetivo era imitar los efectos del ayuno… y funcionó. Además de controlar las crisis, mejoró el peso, la composición corporal y hasta el estado de ánimo.
Con el tiempo la keto se olvidó, pero en los últimos años ha resurgido gracias a celebrities que la presumen en redes sociales. Hoy no solo se sigue en entornos médicos, también en versiones más flexibles que son más sostenibles y ayudan a controlar peso, inflamación y energía.
Eso sí, la doctora advierte que al inicio pueden aparecer cansancio, dolor de cabeza o problemas de sueño. La solución pasa por hidratarse bien, cuidar los minerales y tener paciencia. Además, no está indicada para todo el mundo. Se desaconseja en problemas hepáticos, vesiculares, embarazos o lactancia.
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