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El corte de digestión, ¿existe o es un mito? El médico David Callejo lo aclara

En medicina se conoce como 'síncope por hidrocución'

Noelia Bertol

Es una escena de lo más común que se repite cada verano en playas y piscinas. Durante décadas, generaciones enteras hemos escuchado la advertencia de no meterse en el agua justo después de comer si no queríamos sufrir un corte de digestión. Y aunque muchos lo han tachado de mito, lo cierto es que tiene mucho de real.

Así lo ha contado el médico y divulgador David Callejo en sus redes sociales. «El corte de digestión existe, no son los padres que se quieren echar la siesta. Lo que pasa es que tiene otro nombre: síncope por hidrocución«, apunta este.

El especialista, que cuenta con más de 450.000 seguidores en Instagram, ha explicado que este fenómeno ocurre cuando se combinan dos factores: la digestión y la inmersión en agua fría. 

«Cuando comemos la sangre nos va mucho al estómago, y al ir mucho al estómago y los intestinos, tenemos menos sangre en la cabeza«, cuenta, explicando que esa es la razón por la que experimentamos cierto sueño cuando terminamos de comer. Por otro lado, cuando nos sumergimos en agua fría nos baja la frecuencia cardiaca, lo que provoca una reacción cardiovascular que reduce también el flujo sanguíneo en el cerebro.

Estos dos parámetros unidos nos llevan a una conclusión. «Si juntamos las dos cosas, que hemos comido y que nos metemos en agua fría, nos llega muy poca sangre a la cabeza, lo que es sinónimo de poder sufrir un desmayo. Y un desmayo dentro del agua tiene muchos riesgos«, advierte Calleja.

De modo que si aún tenías dudas, sí, el corte de digestión existe. Y hay que tener mucho cuidado con él, especialmente en estas fechas.

Síntomas de un corte de digestión: así debes actuar

Aunque los cortes de digestión comúnmente se asocian al baño tras haber comido, lo cierto es que puede ocurrir en otras circunstancias como durante el ejercicio físico o por exposición súbita al frío después de haber estado expuesto al calor.

Los síntomas más comunes de un corte de digestión son:

  • Escalofríos intensos o sensación de frío repentino
  • Mareos, vértigo o pérdida de equilibro.
  • Náuseas y vómitos.
  • Dolor abdominal o retortijones.
  • Sudores fríos y piel pálida
  • Visión borrosa y pitidos en los oídos.
  • Hiperventilación o dificultad para respirar.
  • Calambres musculares o espasmos.
  • Taquicardia
  • Desmayo o pérdida de conciencia.

Si crees que estás sufriendo un corte de digestión o lo está sufriendo alguien de tu entorno, los pasos a seguir son: salir del agua inmediatamente si ocurre durante el baño, colocar a la persona en posición horizontal, con las piernas elevadas si está mareada, abrigarla para evitar que siga perdiendo calor corporal, evitar que coma o beba hasta que esté estable, controlar la respiración y, si los síntomas son graves o no remiten rápidamente, llamar a emergencias.

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