Hay canciones que nos enseñan, que escuchamos y nos hacen pensar. Además de las que nos dan las herramientas para superar ciertas situaciones, también existen los temas que instan al aprendizaje y crean una fórmula con mucho ritmo de una práctica a la que no estamos acostumbrados a escuchar en forma de versos y melodías.
En su disco Lugar Paraíso, Nil Moliner incluía un tema con mucho ritmo y repleto de buena energía junto a Rozalén, Enséñame, en el que exploraban la sensación de querer disfrutar al máximo del universo y las cosas que lo componen, como la familia, los amigos o los amores.
Con estrofas como:
Enséñame a derrochar la vida,
enséñame a cantar como lo hacéis.
Enséñame cómo vives tu tiempo,
las calles y el misterio,
las noches sin dormir.
Hacen referencia a las ganas de aprender en conjunto lo que significa querer aprender a vivir con la misma pasión, libertad y energía que tiene la otra persona.
Por su parte, David Bisbal, con su tema Yo te enseñaré a olvidar, expresa un gran desamor y se ofrece a enseñar a la otra persona con la que formó una relación a olvidar su amor.
Se trata de una forma de expresar un dolor aparente ante una situación en la que las cosas no salen como uno quiere y, por ello, debe borrar de su mente aquellos sentimientos que solo hacen daño.
En 2002, Thalía lanzaba No me enseñaste, una balada que trata sobre un amor que no es correspondido y explora todas las lecciones que ha aprendido gracias a esta vivencia. El significado principal se centra en la pérdida de aquella persona por la que has tenido un sentimiento muy profundo y la idea de que no se aprende a amar si el amor no es mutuo.
Unos sencillos que demuestran que, gracias a la música, también podemos adquirir grandes conocimientos que podemos aplicar en el día a día y, sobre todo, en nuestras relaciones humanas.
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