Eurovisión

Duro revés para RTVE: Eurovisión suspende la votación sobre la participación de Israel

La decisión sobre la permanencia del país se pospone, dejando a España y otros países en un limbo diplomático

Alba García-Fogeda

La Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha anunciado la cancelación de la votación extraordinaria  prevista para noviembre, en la que las televisiones públicas europeas debían decidir si Israel continuaba participando en Eurovisión. La medida, que rompe con el calendario inicial, supone un revés para RTVE, una de las cadenas que había impulsado la celebración anticipada.

La votación, que se había adelantado tras las presiones de varios países, entre ellos España, Noruega o Irlanda, pretendía aclarar la situación antes de que comenzara la organización de la edición de 2026.

Sin embargo, la UER ha optado por aplazarla hasta su asamblea presencial en diciembre, argumentando que se trata de una decisión «compleja» que requiere «un intercambio de opiniones en persona».

Además, la decisión coincide con la firma del acuerdo de paz entre el gobierno de Netanyahu y Hamás y con la noticia de otro medio austríaco que aseguró que el Gobierno de Austria habría hecho presión para que la televisión ORF y el Ayuntamiento de Viena renunciaran a ser la sede de Eurovisión 2026 si Israel fuese expulsado del certamen.

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España mantiene su postura crítica ante la decisión sobre Eurovisión

Desde RTVE, el Consejo de Administración aprobó recientemente una moción firme. España no participará en Eurovisión 2026 si Israel continúa en el certamen. Su presidente, José Pablo López, reiteró que la corporación pública «no puede mantenerse al margen del contexto internacional actual», en referencia al conflicto en Gaza y a las tensiones diplomáticas que rodean la participación israelí.

La cancelación de la votación, no obstante, deja a España en una posición de espera y cautela, pendiente de lo que decidan sus socios europeos.

Otros países también han decidido mostrar posturas similares, y el clima dentro de la UER se tensa ante la posibilidad de una edición marcada por ausencias y división entre los miembros.