
Al menos es una faceta que, a pesar no haber sido calificada como relevante en un pasado, cada vez va adquiriendo mayor importancia en el ámbito de la salud. De hecho, a nivel global, la salud mental ha sido considerada como el mayor desafío al que se enfrenta la sociedad, según el 49% de la población. Una cifra que asciende si nos centramos en España, hasta el 59%, siendo nuestro país el segundo que más así lo percibe.
Una realidad de la que la sociedad es cada vez más consciente. Sin embargo, existen ciertos hábitos en el día a día que, aunque no te des cuenta, pueden llegar a afectar gradualmente en el cuidado de tu salud mental y, por ende, tu bienestar.
Tener pensamientos negativos
El tender a tener pensamientos negativos ante cualquier situación es uno de los aspectos que, sin darte cuenta, afectan en tu salud mental al generar situaciones de estrés o similares. Es importante tener una buena actitud que te sumerja en un mejor ambiente para afrontar tus tareas rutinarias.
Saltarse alguna comida o comer mal
Una mala dieta puede llegar a causar situaciones de ansiedad y/o altibajos emocionales. La relación entre la nutrición y la salud mental es más relevante de lo que se cree. Por ejemplo, en cuanto al desayuno, señalan que uno equilibrado regula los niveles de glucosa en sangre, lo que influye en los niveles de energía y estados de ánimo.
Sedentarismo
Dormir mal o poco
El sueño es algo más que imprescindible para mantener un buen estado de ánimo y las fuerzas necesarias para el día siguiente. Si no se duerme lo suficiente el cerebro no descansa lo necesario y, por lo tanto, no se recupera del estrés al que ha estado sometido en ese día. Algo que puede producir un desgaste continuo. Según la Organización Mundial de la Salud, se recomienda dormir una media de 8 horas diarias.
Falta de interacción social
El aislamiento puede afectar a nuestra salud mental. Según un estudio de Biopsychosocial Science and Medicine, la comunicación o contacto social ayuda a estimular ciertas zonas del cerebro relacionadas con la comunicación y el aprendizaje. Incluso una interacción fugaz o breve puede servir de gran ayuda.
Usar la tecnología nada más despertarte
Uno de los hábitos más comunes en la actualidad es el despertarse directamente con el teléfono. Este común hábito puede aumentar los propios niveles de ansiedad. Establecer una rutina que elimine el consumo tecnológico matutino ayuda a que empieces el día con otro estado de ánimo y a mantenerlo durante el desarrollo de éste.
Exceso de cafeína
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