Los seguidores de Pablo López llevan tiempo esperando con ansias novedades musicales del artista malagueño. Aunque el intérprete de canciones como El patio o Vi se encuentra inmerso en el proceso creativo de su próximo trabajo y grabando la nueva edición de La Voz, no ha querido dejar a su público sin sorpresas.
Y lo ha hecho con un gesto que apela directamente a la nostalgia y el coleccionismo, la reedición de sus dos primeros álbumes en formatos muy especiales, vinilo y casete.
Se trata de Once historias y un piano (2013), su primer gran proyecto en solitario con el que logró Disco de Oro y asentó su nombre en la escena del pop español.
Y de El mundo y los amantes inocentes (2015), un trabajo que no solo consolidó su estilo, sino que le llevó a recibir también certificaciones de éxito, con más de 40.000 copias vendidas y varios sencillos que se convirtieron en imprescindibles en sus directos.
Con estas ediciones, Pablo López no solo recupera la esencia de sus comienzos, sino que conecta con una tendencia que cada vez suma más adeptos: el regreso de los vinilos y las cintas de casete como piezas de colección dentro del merchandising de los artistas. Un detalle que, además, se ha convertido en un detalle muy valorado entre todos los fans.
Mientras sus nuevas canciones llegan, este lanzamiento permite al público volver a escuchar los temas que marcaron el inicio de su carrera en un formato muy distinto, con ese encanto analógico que tantos artistas de hoy están rescatando.
Para los seguidores del cantante malagueño supone también la posibilidad de conservar un recuerdo físico y único de una etapa fundamental en su trayectoria.
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