Pocas canciones en el pop español tienen tanta capacidad de generar abrazos como Marta, Sebas, Guille y los demás. Suena en bodas, fiestas de pueblo, festivales, karaokes… y la gente canta con un nudo en la garganta y, a veces, con un cubata en la mano. Amaral nos ha regalado muy buenos momentos gracias a este tema.
En una charla en el podcast Ni tan bien, Carolina Iglesias lo resumió así: «La de ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’ es una canción de nostalgia, la gente la canta abrazada, borracha, en general, de fiesta, abrazando a sus amigos, pero está toda en pasado».
A lo que Eva Amaral contestó: “Es curioso porque muy poca gente hace este análisis de que en realidad la escribimos en un momento en el que echábamos profundamente de menos a nuestros amigos, sobre todo a los de la infancia y de la adolescencia que son los que te marcan muchísimo”.
Carolina quiso ir más allá y preguntó si esa dedicatoria llegó a quienes aparecían en la canción. Eva lo dejó claro: «Sí, con Guille retomamos. De repente apareció y escribió a la oficina que teníamos de management y dijo: oye qué tal, déjale mi teléfono para que no vuelva a decir por ahí que no sabe nada de mí«.
@nitanbiencadenaser ¿Quién conocía el verdadero significado de ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’? ✨Ya puedes ver y escuchar todos los programas de la temporada uno de Ni tan Bien en YouTube y en todas las plataformas de podcast (link en la bio) @la_ser @amaral_tiktok #nitanbien #amaral #martasebasguilleylosdemas #cancion #nostalgia #musica #fiesta #humor ♬ sonido original – Ni tan Bien
Temas como El universo sobre mí o Sin ti no soy nada son parte de la banda sonora de varias generaciones. Pero eso no significa que Eva esté orgullosa de absolutamente todo lo que han hecho. Recordando su primer disco homónimo, de 1998, confesó que ya no puede escucharlo: «En esos primeros discos no me puedo escuchar», admitió. «Creo que había canciones chulas en ese primer disco, pero yo lo volvería a cantar entero, vamos».
El guitarrista Juan Aguirre aportó a la entrevista una anécdota digna de película. Cuando casi terminaban su segundo álbum, Una pequeña parte del mundo, el ordenador empezó a echar humo, literalmente. Tuvieron que sacarlo al balcón, pero por suerte todo estaba grabado en la grabadora.
Y aunque Marta, Sebas, Guille y los demás nació de la añoranza, el paso del tiempo la ha convertido en un himno de unión para disfrutar del presente. Un tema que funciona como un recordatorio de que los amigos, los de verdad, están «por encima de todas las cosas«.
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