Cada día, miles de usuarios en nuestro país acceden a los portales digitales de sus bancos para realizar transferencias bancarias, y es que esta es una de las operaciones financieras más famosas, que sirve para enviar dinero de una cuenta bancaria a otra y se realiza, por ejemplo, para el pago de recibos, para cobro de nóminas o incluso para enviar dinero a algún amigo o familiar.
Y aunque es cierto que desde hace algunos años se han visto eclipsadas por otros sistemas más sencillos y rápidos como Bizum o Paypal que no requieren un número de cuenta, las transferencias bancarias son mucho más formales y se utilizan para trámites más serios o importes de dinero superiores con los que otras plataformas no permiten operar.
Ahora las transferencias bancarias están a punto de sufrir una serie de cambios que afectarán a todos los clientes, independientemente de la matriz o sucursal con la que tengan contratados sus servicios.
Este mismo mes ha entrado en vigor una serie de cambios que afecta a la normativa reguladora de las transferencias bancarias en toda la zona euro, con el objetivo principal de blindar la seguridad de los clientes debido al número creciente de estafas y fraudes que se producen en la red con los datos financieros. Y no sólo se verán afectados los usuarios, sino que las páginas a través de las cuales se opera deberán poner en funcionamiento las medidas sin que estas supongan un coste adicional a los clientes.
Los cambios principales son los siguientes:
Unas medidas que buscan que tanto nosotros como nuestro dinero esté lo más protegido posible.
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