No informar al cliente o ponerle trabas, entre las tácticas de las aerolíneas para no pagar indemnizaciones

Un 90% de los afectados no lo reclama

Ana Más

Pérdida o daño del equipaje, retrasos o cancelaciones del vuelo son algunas causas por las que un pasajero puede tener derecho a una indemnización por parte de la compañía aérea con la que tiene contratado el vuelo. Eso sí, siempre que se cumplan algunos criterios. Sin embargo, algunas compañías utilizan diferentes métodos para evitar pagarla.

Desde Reclamio, una empresa especializada precisamente en gestionar este tipo de reclamaciones de pasajeros que viajan en avión, conocen muy bien las ‘mañas’ más habituales de las compañías para intentar no hacer frente al pago de dichas indemnizaciones al viajero, que en un 90% de los casos, no las reclama. El desconocimiento de este al respecto es la primera y más utilizada. Y es que en muchos casos no sabemos que, además de que nos solucionen el problema, tenemos derecho a recibir hasta 600 euros si se cumplen los requisitos recogidos en el Reglamento (CE) 261/2004.

Otra práctica muy común es alargar mucho en el tiempo los procesos de reclamación, o incluso cobrar por las llamadas telefónicas o someter al cliente a largas esperas para ser atendidos por teléfono, chat o correo electrónico, consiguiendo así que se canse y desista, con lo cual la compañía se ahorrará la indemnización.

Más formas de evitar pagar indemnizaciones al cliente

Pero además, debemos saber que las incidencias pueden ocurrir por causas extraordinarias, que son las que la compañía no puede controlar, como una tormenta o una huelga de controladores aéreos, en cuyo caso el viajero no tiene derecho a una indemnización. O por el contrario ser por una causa ordinaria, como una huelga de tripulación o problemas técnicos del avión, en cuyo caso el pasajero si tendría derecho a cobrarla.

Noemi Fernández, gerente de Reclamio, explica además que las aerolíneas cuentan con un sistema informático «donde pueden ver el tipo de incidencia que ha sufrido el pasajero«, y añade que incluso algunas cuando saben que se trata de una causa ordinaria «alegan que es una causa extraordinaria para retrasar el pago de las indemnizaciones y para generar inseguridades en el consumidor, que dejará de estar seguro de si le pertenece o no una indemnización».